El presidente ucraniano Volodimir Zelensky y los aliados buscan avanzar en un acuerdo de alto el fuego definitivo.
Mientras Occidente intensifica sus gestiones diplomáticas para alcanzar una solución pacífica al conflicto entre Rusia y Ucrania, el Kremlin lanzó una nueva ofensiva aérea con más de 54 drones sobre territorio ucraniano, afectando principalmente zonas residenciales y dejando múltiples víctimas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, acusó a China de ser cómplice de Rusia en la producción de drones utilizados en los ataques, especialmente los modelos Shahid, que golpearon diversas ciudades en las últimas horas.
En la ciudad portuaria de Odesa, el gobernador Oleh Kiper denunció un “ataque masivo” durante la noche que dejó al menos tres personas heridas. El epicentro fue una zona urbana densamente poblada, que incluye viviendas e instituciones educativas.
Ataques en Zaporizhzhia
Horas más tarde, autoridades reportaron otro ataque en el sur del país, en la región de Zaporizhzhia. Allí, el impacto de dos bombas planeadoras y un proyectil de origen soviético modificado destruyó un edificio de departamentos, provocando la muerte de una mujer de 69 años y lesiones a 24 personas, incluidos cuatro niños.
Estos hechos se produjeron en la antesala de una cumbre en Londres, prevista para este miércoles, en la que funcionarios de países occidentales se reunirán para avanzar en un posible acuerdo de paz y definir garantías de seguridad futura para Ucrania.
Obstáculos para la tregua
A pesar de los esfuerzos diplomáticos liderados por Francia y el Reino Unido, el Kremlin ha mostrado escasa disposición para llegar a un entendimiento. Según analistas internacionales, Rusia no tiene prisa por cerrar un acuerdo, ya que continúa ganando terreno en el frente militar.
En este contexto, Zelensky propuso una nueva tregua, en principio motivada por la festividad de Pascua ortodoxa, que Putin incumplió. Posteriormente, el presidente ucraniano sugirió extender la tregua por 30 días y establecer un alto el fuego en ataques a infraestructuras civiles.
“Nuestra propuesta de detener los ataques a la infraestructura civil sigue sobre la mesa”, sostuvo Zelensky el martes.
Sin embargo, desde Moscú no hubo una respuesta favorable. En su conferencia diaria, el portavoz presidencial ruso Dmitry Peskov cuestionó la viabilidad de la propuesta:
“Al hablar de infraestructura civil, es necesario definir claramente cuándo tales instalaciones pueden ser objetivo militar y cuándo no”.
Según el funcionario, si en una instalación civil se desarrolla una reunión militar, “también puede ser considerada un objetivo legítimo”.