Entre las 22.40 del martes y la misma hora del miércoles, se registraron cinco homicidios en la ciudad santafesina.
El primer homicidio del año en la ciudad de Santa Fe ocurrió apenas una hora después de la medianoche del primero de enero. Guillermo, de 27 años, recibió un disparo en la cabeza tras un intenso tiroteo entre bandas. Esto significó el inicio de un año de violencia feroz en la capital provincial y Rosario: en los primeros nueve días de enero, hubo 18 asesinatos.
Entre la tarde del miércoles 8 y la mañana del jueves 9, tres crímenes ocurrieron en diferentes barrios de Santa Fe capital. La seguidilla no sorprende: el día anterior, en Rosario, la cifra de asesinatos había sido de cinco en 24 horas.
El delito ligado al narcotráfico es la principal preocupación de los funcionarios, pero no es el único motivo de estas muertes violentas. El homicidio en ocasión de robo y las peleas entre familiares y vecinos completan la lista negra.
La seguidilla criminal en Rosario terminó con un joven de 23 años acribillado a balazos en las afueras de la ciudad. Matías Amaral fue atacado por un grupo de personas que llegaron hasta el lugar vestidos de policía. El cuerpo presentaba más de 15 impactos.
Momentos antes, una familia que estaba sentada en la vereda de su casa, en Alzugaray al 900, fue atacada por dos personas que llegaron en moto. El resultado fue la muerte de una joven de 22 y un hombre de 49. A Nelson Barreto, de 18 años, lo asesinaron de un disparo en la cabeza el mismo día, en el oeste de la ciudad, en lo que se presume fue un ajuste de cuentas.
Distinto fue el caso de Julio Gómez, de 50 años, a quien su hijo lo habría asesinado en medio de una disputa familiar, según investiga la policía.
Horas después, a las 20:30, asesinaron a una mujer en la capital provincial. Paula Retagan, de 21 años, estaba en un domicilio del barrio Nueva Tablada que fue tiroteado por dos personas que pasaron en moto. Era el primero de los tres crímenes que sucederían en el lapso de 13 horas.
A las 4 de la madrugada del jueves, en el barrio Nuevo Horizonte, Néstor Cabrera recibió cuatro tiros. Los vecinos que llamaron al 911 lo encontraron tirado en la vereda, sin saber quién podría haber disparado. Además, minutos antes de las 8, un joven de 25 años fue acribillado de cinco balazos en Villa Hipódromo.
En 2019, hubo 337 asesinatos en la provincia de Santa Fe, según el Informe de Homicidios de 2019 elaborado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y el Ministerio de Seguridad de la provincia. Pero del mismo trabajo se desprende un dato alarmante para la capital provincial: mientras la tendencia es a la baja en Rosario y el resto de la provincia, en Santa Fe los crímenes aumentaron.
Entre los departamentos La Capital y Rosario se concentra el 80% de los casos, según las mismas cifras del año que acaba de concluir. Pero el inicio del 2020 tampoco es alentador: en los primeros días del año, la cantidad de homicidios asusta a una sociedad harta de la inseguridad.
En medio de esas situaciones recrudeció este año la violencia criminal. La saga de asesinatos en el Gran Rosario alcanzó su pico máximo en 2013 (271 casos), descendió durante cuatro años consecutivos hasta 2017 (162 crímenes) y volvió a tener un ascenso en 2018 (198) y una nueva caída en 2019 (159). Sin embargo desde 2013 a la fecha ningún registro supera, en la primera semana de un nuevo año, lo sucedido en los días iniciales de 2020. Los doce casos ocurridos en el Gran Rosario ya conforman un cruento e inquietante récord de la estadística criminal.
Con información de Clarín.
