Caso Maldonado – Así lo dice el comunicado que emitió la fuerza y que el Gobierno le presentó al juez Guido Otranto. También declararon tres oficiales y hablaron de un “piedrazo”.
En una semana plagada de declaraciones y nuevas pistas en la búsqueda de Santiago Maldonado, un gendarme admitió que disparó su escopeta anti motín al interior de Cushamen, en dirección a un manifestante el día del operativo del 1 de agosto. Estos datos forman parte del informe que elaboró el Gobierno para entregarle al juez de la causa Guido Otranto.
Según el testimonio, ambos se hallaban en las cercanías del río Chubut y eran balines de goma, el uniformado se había separado del grupo y estaba en solitario. Esto endurece cada vez más la hipótesis de que fue un número reducido de agentes los que alcanzaron la zona del río y no los 40 que participaron del desalojo en ruta 40. Aunque todavía no está claro lo que sucedió allí.
El gendarme agregó que el disparo fue hacia el piso y no tocó al manifestante, pero que le pasó por su costado.
Según publica Clarin, declararon ante la Justicia Federal tres gendarmes que estuvieron presentes el 1 de agosto en el área. Los dos primeros fueron Walter Ruiz Díaz y César Peralta, cocineros del Escuadrón 35 de El Bolsón. Relataron que siempre permanecieron en la ruta 40 fuera del territorio ocupado y que no participaron del procedimiento dirigido por el comandante Escola. Pero dijeron que escucharon sobre el episodio de un compañero (no lo identificaron) que relató haber golpeado a un manifestante con una piedra. Según su versión, la persona logró cruzar del otro lado del río. El siguiente testimonio fue el de Juan Carlos Pelozo. El agente sí participó de las acciones en Pu Lof, junto a otros 30 efectivos. Pelozo recordó que bajó hacia el curso de agua y que desde allí observó a los manifestantes que se había refugiado enfrente.
