Federico Sturzenegger recibió una instrucción política precisa: terminar con la actual y costosa inestabilidad del mercado cambiario. La suba de las últimas semanas equivale a una devaluación del 10 % y ese ajuste se traslada al humor de los seguidores de Cambiemos y -por lo menos en 1,5 puntos- sobre los precios.
La decisión se discutió en la mesa chica , fruto de la preocupación que manifestó María Eugenia Vidal . Para la gobernadora la suba del dólar es “piantavotos”. Vidal habría dicho en privado: “El dólar tiene que dejar de ser tema de campaña. Eso nos perjudica”. Critican a Sturzenegger porque no utiliza la amplia artillería de instrumentos que tiene el BCRA para tranquilizar el mercado. Ademas, no entienden cómo al Banco Central se le ocurre dejar subir ahora el dólar, en medio del calor electoral. Justo cuando se compite voto a voto.
Los estrategas bonaerenses admiten, como Jaime Durán Barba, que la “economía no suma”. En otras palabras : que los resultados económicos son pobres y no se puede hacer campaña con la economía. Pero no están dispuestos a que artificialmente el BCRA genere nuevos y ficticios problemas económicos a semanas de las PASO.
Primero, porque se reabre una preocupación siempre latente entre los argentinos. Aunque leve, la concentrada inestabilidad del dólar recuerda momentos difíciles para la sociedad. Pero básicamente porque el aumento del billete opaca uno de los pocos aciertos de la Casa Rosada: la vuelta del crédito hipotecario para la gente. A causa de la devaluación, los préstamos alcanzan cada vez menos para adquirir una vivienda que se pacta en divisas. Por el mismo crédito en pesos, cinco semanas después, se consiguen menos dólares. Exactamente un 10 % .
Sturzenegger volvió el martes a la madrugada de unas vacaciones en Brasil. En su ausencia -de 6 jornadas- ya se había tomado la decisión política: operar sobre el mercado con los bancos oficiales y la petrolera YPF.
El lunes, el Banco Provincia salió fuerte a vender. En la City insisten en que la orden la adoptó la propia Vidal, disgustada por la pasividad del BCRA. En público, la gobernadora desmiente. Es cauta y así le dijo a Clarín: “No es verdad”. La orden, en realidad, surgió de un acuerdo entre la Casa Rosada y funcionarios bonaerenses. La decisión política fue la siguiente : que el Bapro acelere y concentre en un día las ventas programadas para varias jornadas. El martes –al mediodía– Sturzenegger se enteró de los cuestionamientos. Fue después de la reunión del Gabinete.
Reclamos desde Cambiemos al Banco Central por la suba del dólar
Federico Sturzenegger y Nicolas Dujovne, en una foto en durante un congreso internacional en Washington. (Bloomberg)
Tuvo un encuentro a solas con Nicolás Dujovne. Hablaron de todo y el jefe de Hacienda le trasmitió las inquietudes políticas. Sturzenegger y Vidal ya se habían cruzado fuerte por la implementación de los descuentos del 50 % con tarjetas del Bapro.
El ala política de Cambiemos le cuestiona a Sturzenegger, su pasividad para operar en el mercado cambiario . También, que para cumplir su “dogma cambiario” de no intervención el Gobierno deba utilizar otros mecanismos: no actúa el BCRA, pero operan organismos y bancos oficiales.
Sturzenegger se atrinchera en el Banco Central. A 17,86, el dólar tocó otro récord de 17,86 y se encamina a nuevo valor de equilibrio -como anticipó Clarín- de $ 18. El jefe del BCRA se defiende con una carta fuerte: explota el férreo apoyo que tiene del Presidente. Así, Mauricio Macri creó políticamente algo que no quería establecer: un superministro de Economía, que es, en realidad, Sturzenegger.
Los banqueros consideran que ahora el dólar se mueve por tres causas:
-El “efecto Cristina” y la posibilidad de un triunfo de la ex presidenta.
-La mala política cambiaria del BCRA, que dejó atrasar el dólar y ahora, cuando sube, no actúa.
-Los desequilibrios macroeconómicos y la ausencia de un plan económico fiscal y monetario coherente.
Esta cuestión estuvo presente en el encuentro de Marcos Peña con la UIA. También en el secreto almuerzo –el miércoles- de Dujovne con la Cámara de la Construcción.
Pero la gran preocupación de los hombres de negocios pasa por las encuestas y la paridad entre Cambiemos y Cristina. En ambas reuniones se dijo que un triunfo de Cristina paralizaría las reformas que debe hacer el gobierno y ahuyentaría las inversiones privadas. Peña tranquilizó a la industriales. Trasmitió que el Gobierno tiene un último sondeo secreto que ya da ganador a Esteban Bullrich por 2 puntos. Los empresarios están expectantes y apoyan a la Casa Rosada. Pero no están dispuestos a la injerencia política del macrismo en sus asuntos internos.
La Casa Rosada intenta interferir en la vida institucional de entidades patronales emulando a Guillermo Moreno. Hubo una acción directa del ministro Francisco Cabrera en la CAME contra Osvaldo Cornide y representantes del gobierno actúan para impedir una elección en FECOBA, la entidad que aglutina a las Pyme en la Ciudad de Buenos Aires. Los operadores del oficialismo son Cristian Bauab y Fabián Castillo. Ambos dicen que hablan en nombre de Macri e impidieron una asamblea empresaria para elegir nuestras autoridades. Se trata de una vuelta al pasado reciente: algunos funcionarios quieren controlar a quienes no piensen como la Rosada.