Un tribunal oral federal neuquino rechazó la medida. La había pedido para cuidar de sus tres nietos.
Su abogada, María Laura Irastorza, pidió la prisión domiciliaria para que Guglielminetti abandone el penal de Ezeiza y cumpla una condena a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad en su casa de la localidad bonaerense de Mercedes, monitoreado por una tobillera electrónica.
Según el planteo, su defendido de 75 años, “colaboraría en las labores domésticas, contribuyendo en una mejora de la calidad de vida de todos”.
Pero los jueces Alejandro Silva, Guido Otranto y Marcos Aguerrido desestimaron el planteo, porque “la importancia de las penas impuestas y de los procesos que aún debe enfrentar devienen ineludiblemente en un aumento del riesgo procesal de fuga”.
(Fuente: Será Justicia).