Luego de salidas como la del exjefe de Gabinete, Nicolás Posse, Milei consolidó un Gabinete que se concentró en llevar adelante los ejes principales de su primer año de Gobierno.
Tras la salida de Posse, el Gobierno de Milei atravesó por dos etapas, la primera parte del año, con idas y vueltas, intentando imponer una ley Bases que finalmente no prosperó y tuvo que ser reducida.
Patricia Bullrich se concentró en Rosario, el símbolo más lacerante del avance del narcotráfico y de la inseguridad. En la provincia de Buenos Aires, territorio de Axel Kicillof, los avances son menos notorios. Deuda pendiente para el 2025 y en medio de un año electoral, cuando se espera que la economía no sea el mayor motivo de preocupación.
Sandra Pettovello, con un bajo perfil, se concentró en combatir a los intermediarios de la pobreza y mejorar los ingresos de los más vulnerables. Esta pelea, a veces en soledad, le valió tener amenazas y numerosas demandas en la Justicia. Ahora la tarea para 2025 no será menor: lograr que la ayuda estatal pase a ser un complemento y no el ingreso fundamental. Es decir, que puedan incorporarse al mercado laboral. Para eso su mirada está puesta en la educación, requisito clave para poder mejorar las condiciones de vida.
Luis Petri, otro de los funcionarios que, según las encuestas es valorado positivamente, tiene como función reivindicar a las Fuerzas Armadas ante la sociedad, dotarlas de mejores herramientas para garantizar la protección de la Argentina. Esta misión siempre fue una aspiración de la vicepresidente, Victoria Villarruel, hoy fuera del círculo presidencial y con pocas posibilidades de que este vínculo pueda reconstruirse, comentan en la Rosada.
Sobre Mariano Cúneo Libarona, un ministro que no es de los más cercanos al jefe de Estado, más de una vez se escuchó decir que no perduraría. Se le cuestionaba la lentitud en su cartera. Sin embargo, en la Casa Rosada se comenta que en los últimos meses se notó un avance en los temas que le preocupan al Gobierno en materia de Justicia.
La salida de Diana Mondino como canciller fue una consecuencia de un vínculo que, cabe señalar, nunca fue muy fluido con el Presidente. Gerardo Werthein, en cambio, tiene una relación personal con Milei que agiliza la actividad de la Cancillería y además posibilita una interacción más dinámica con el Ministerio de Economía.
Luis «Toto» Caputo, si bien no pertenece al “triángulo de hierro”, es uno de los funcionarios que más valora el jefe de Estado -en cuanta ocasión puede, lo resalta-. Cada vez tiene más poder de acción dentro del Gabinete nacional. “Háblenlo con Toto”, es la respuesta que da Milei ante los pedidos de fondos de los ministros, gobernadores y funcionarios en general. Hoy, su opinión no pasa desapercibida. Lo mismo ocurre con Santiago Bausili, titular del BCRA.
Federico Sturzenegger es el “desregulador”, la lupa sobre el Estado, las regulaciones, las áreas, el personal. Valorado por Milei, ya que lleva a cabo una de las acciones más importantes para su gobierno: reducir el Estado, hacerlo chico y eficiente. El 2025 continuará con la “deep motosierra” para lograr ese cometido.
Un cargo relevante es la cartera de Salud. Mario Lugones es el primer ministro que claramente logró colocar Santiago Caputo en el gabinete, logrando desplazar al exministro, Mario Russo de la cartera, quien supo tener un vínculo estrecho con los principales colaboradores de Milei.
El triángulo de hierro
Santiago Caputo, siempre tuvo un rol relevante en el Gabinete, sin embargo, desde la salida de Posse fue notorio cómo fue creciendo su intervención en todas las áreas.
“Casi todo se consulta con Santiago”, suelen decir en los pasillos de la Rosada. Algunos sostienen que “el mago de Kremlin” es quien tiene las posiciones más radicales del Gobierno. Ve al PRO y en particular a Mauricio Macri como un escollo, no así tanto al kirchnerismo que “siempre serán oposición”. Por esta razón, trabajó políticamente para lograr adhesiones del resto: radicales, peronistas anti k y del PRO. Encargado de bajar los mensajes para dar la “batalla cultural”, es una pieza clave del Gobierno y de la consideración de Milei.
Karina Milei es “El Jefe”, el sentido común, el cable a tierra, quizás la funcionaria cuyo rol se fue ampliando más día a día. Además de hacerse cargo de la Secretaría General de la Presidencia, que implica el cuidar la seguridad del jefe de Estado, manejo de su agenda y de la Casa Rosada, entre otras miles de tareas, sumó su actividad de manejo internacional, del área de cultura y nada menos que armar el Partido de la Libertad Avanza a nivel nacional. Tiene y tendrá un rol clave en las elecciones legislativas de 2025.