Racing no pudo ante un imbatible Rossi y Flamengo jugará la final de la Copa Libertadores

La Academia no logró revertir el 0-1 de la ida y el Mengao jugará el duelo decisivo en Lima

En una noche cargada de emoción y expectativa en el Cilindro de Avellaneda, Racing Club empató 0-0 con Flamengo en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores de América y quedó eliminado del certamen continental. El conjunto dirigido por Gustavo Costas no pudo revertir la derrota por 1-0 sufrida en Río de Janeiro y se despidió a un paso de una final histórica.

El recibimiento fue apoteósico, con un estadio colmado y una hinchada que soñaba con la remontada. En la cancha, Racing mostró actitud y empuje, pero se topó con un rival de jerarquía y con un arquero en estado de gracia: Agustín Rossi, figura indiscutida del encuentro.

Durante el primer tiempo, el equipo argentino igualó en intensidad a los brasileños, con un Facundo Cambeses brillante que sostuvo el cero con dos atajadas monumentales: primero ante Guillermo Varela en un mano a mano, y luego frente a Giorgian de Arrascaeta, a quien le tapó un remate con la cara sobre el cierre de la etapa.

Racing tuvo sus oportunidades. Tomás Conechny y Santiago Solari estuvieron cerca de abrir el marcador, pero sus intentos fueron contenidos por Rossi o desviados. En el complemento, una jugada clave cambió el desarrollo: Gonzalo Plata fue expulsado por una agresión tras caer en la provocación de Marcos Rojo, y Flamengo quedó con diez hombres.

Con media hora por delante y superioridad numérica, Racing fue con todo. Maravilla Martínez tuvo el gol, pero Rossi volvió a lucirse. Sobre el final, Luciano Vietto también estuvo cerca, pero el arquero del Mengao se agigantó una vez más y selló la clasificación de su equipo.

Así, Flamengo disputará la final del torneo el próximo 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima, ante Liga de Quito o Palmeiras, con ventaja parcial de 3-0 para los ecuatorianos en la serie. Para Racing, queda el sabor amargo de haber estado cerca, pero también el orgullo de haber competido con altura en una semifinal inolvidable.

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