Qué es el fentanilo, para qué se usa y por qué su contaminación puede ser mortal

La ola de muertes en distintas partes de la Argentina a causa de un brote infeccioso relacionado al fentanilo contaminado pone bajo la lupa un producto muy utilizado en la medicina.


El brote infeccioso vinculado a fentanilo contaminado ya provocó decenas de muertes en pacientes atendidos en establecimientos de salud de Buenos Aires, Capital Federal y Santa Fe. Las investigaciones apuntan a tres lotes del producto fabricados en condiciones irregulares y distribuidos en droguerías y centros médicos.

Qué es el fentanilo y para qué se utiliza

“El fentanilo es un medicamento que, en su forma inyectable, se utiliza desde hace más de 40 años para anestesia general, sedación y en terapia intensiva cuando es necesario conectar un respirador. Es una droga muy utilizada en hospitales y clínicas, tanto en medicina humana como veterinaria”, explicó Carlos Damin, médico toxicólogo y director del Hospital Fernández.

No está disponible para el público general y su adquisición está restringida al circuito hospitalario. “No se vende con receta en farmacias, lo que evita que tengamos una epidemia de consumo como en Estados Unidos”, agregó Damin, quien advirtió que el fentanilo “puede ser droga de abuso porque genera dependencia” y es “mucho más potente que la morfina”.

En cuidados paliativos, el fármaco también se administra mediante parches transdérmicos, sobre todo en pacientes con dolor grave que no pueden ingerir medicamentos por vía oral. “En ese formato no presenta el riesgo del inyectable, pero igualmente puede provocar efectos adversos si se usa de manera inadecuada”, señaló Gustavo De Simone, especialista en la materia.

La investigación y las bacterias detectadas

A comienzos de este mes, la Anmat prohibió el uso de los lotes 31202, 31244 y 31200 del producto “Fentanilo HLB / Citrato de Fentanilo”, comercializado por HLB Pharma Group SA. La producción se realizó en una planta de Ramallo sin autorizaciones regulatorias ni buenas prácticas de fabricación, y las ampollas habrían estado contaminadas con las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae productora de metalobetalactamasa (MBL).

La contaminación se detectó también en muestras de pacientes internados en terapia intensiva de un hospital privado de La Plata, donde se originó la alerta sanitaria. Por orden del juez federal Ernesto Kreplak, se activó un operativo para localizar y retirar de circulación los lotes sospechosos en las 24 jurisdicciones del país.

Según la Anmat, los productos fueron elaborados en un establecimiento con “deficiencias en el cumplimiento de buenas prácticas” y no se puede garantizar que cumplan con los requerimientos de seguridad y eficacia.

Patógenos peligrosos y de difícil tratamiento

“La Klebsiella pneumoniae productora de MBL es una bacteria intrahospitalaria que causa neumonía, infecciones urinarias, bacteriemia o sepsis, y es resistente a múltiples antibacterianos, lo que dificulta su tratamiento”, explicó Ángela Famiglietti, especialista de la UBA.

La Ralstonia pickettii, aunque menos frecuente, también puede provocar infecciones graves como meningitis o artritis séptica cuando contamina soluciones médicas. Ambas bacterias presentan resistencia natural a varios antibióticos, lo que reduce drásticamente las opciones terapéuticas.

“La Organización Mundial de la Salud considera a la Klebsiella productora de MBL de alta prioridad para la salud pública por su extrema resistencia”, advirtió la experta, y remarcó que, en algunos casos, “prácticamente no hay tratamiento disponible”.

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