El Presidente ruso instruyó a sus ministros a evaluar los planes de Estados Unidos y presentar propuestas sobre ensayos atómicos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó este miércoles a sus principales funcionarios analizar las intenciones de Estados Unidos y elaborar propuestas para un eventual retorno a las pruebas nucleares. La instrucción fue emitida durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, sugiriera que Washington podría reanudar ensayos atómicos tras más de tres décadas sin realizarlos.
“Rusia solo retomará las pruebas si Estados Unidos lo hace primero”, reiteró Putin, aunque pidió a los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores y a otras agencias federales “reunir información y diseñar un plan de contingencia”.
Contexto y reacciones del Kremlin
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, aclaró posteriormente que la directiva de Putin no implica iniciar preparativos inmediatos, sino evaluar el escenario internacional y determinar si es necesario avanzar en esa dirección.
“El gobierno ruso debe comprender perfectamente las intenciones de la Casa Blanca antes de tomar cualquier decisión”, sostuvo Peskov, citado por la agencia estatal TASS.
Horas más tarde, el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, advirtió en la red social X sobre la gravedad de las declaraciones de Trump:
“Nadie sabe qué quiso decir Trump con ‘pruebas nucleares’. Pero es el presidente de Estados Unidos, y sus palabras tienen consecuencias: Rusia deberá evaluar la conveniencia de realizar sus propias pruebas a gran escala”.
Escalada retórica entre Moscú y Washington
El 30 de octubre, Trump publicó desde Corea del Sur que su administración evaluaba reanudar pruebas nucleares “en una base igualitaria” con Rusia y China. No obstante, el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, afirmó que los nuevos ensayos no contemplan detonaciones atómicas, sino verificaciones técnicas de armamento.
Estados Unidos no realiza explosiones nucleares desde 1992, aunque continúa desarrollando y probando sistemas de armas con capacidad nuclear. En respuesta, Putin destacó recientemente que Rusia completó con éxito pruebas de un misil de crucero y un dron submarino de propulsión nuclear, asegurando que esas armas “no pueden ser interceptadas”.
Preparativos potenciales y antecedentes
Durante la reunión del Consejo de Seguridad, el ministro de Defensa, Andrei Belousov, alertó que los avances estadounidenses “incrementan significativamente el nivel de amenazas militares para Rusia” y sugirió iniciar preparativos para eventuales pruebas en el archipiélago ártico de Nueva Zembla, donde la Unión Soviética realizó su último ensayo en 1990.
El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Gerasimov, coincidió con esa postura y advirtió que preparar un ensayo nuclear puede requerir entre varios meses y años, dependiendo del tipo de prueba.
Tratado y marco legal
La tensión vuelve a poner en foco el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), firmado en 1996 por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton, pero nunca ratificado por el Senado de Estados Unidos.
En 2023, Putin firmó una ley que revocó la ratificación rusa del tratado, argumentando que Moscú debía situarse “en igualdad de condiciones” con Washington. Desde entonces, Rusia mantiene su adhesión “de facto” al acuerdo, aunque ya no está legalmente obligada a cumplirlo.
