Así lo advirtió mediante un comunicado la Cámara Empresaria de Conservadores de Ascensores y Afines (Cecaf). Uno de sus integrantes amplió: «Los consorcios no se dan cuentan del peligro al que se exponen por no invertir».
Miles de ascensores y montacargas funcionan diariamente en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano en condiciones precarias, ya que muchos consorcios postergan controles reglamentarios y reemplazo de materiales para no aumentar los gastos de expensas.
Así lo advirtió mediante un comunicado la Cámara Empresaria de Conservadores de Ascensores y Afines (Cecaf), que expresó su preocupación por la posibilidad de que ese accionar provoque graves accidentes en el futuro inmediato.
En una nota con el programa Ventana Abierta por radio Continental, Alejandro Vázquez, integrante de Cámara empresaria de conservadores de ascensores (CECAF), sostuvo: «Los consorcios no se dan cuentan del peligro al que se exponen y no hacen el mantenimiento de los ascensores como correspondería».
«No invierten en este medio de transporte vertical que transporta alrededor de 10 millones de personas por día. No deberían tener una antigüedad mayor a 10 años y nuestro parque de ascensores ronda los 50 o 60 años de antigüedad», agregó.
En la Ciudad y el Gran Buenos Aires se estima que funcionan más de 150.000 aparatos, entre ascensores, montacargas, escaleras mecánicas, montacoches y otros medios de elevación, como los que se utilizan en los restaurante y hoteles, que al igual que cualquier vehículo que transporta personas requiere de controles y mantenimiento.
La legislación actual varía según se trate de la Ciudad de Buenos Aires o de los distintos partidos de la provincia de Buenos Aires o el interior del país, pero en líneas generales dispone la obligatoriedad de inspecciones periódicas.
Incluso también se establece en CABA la disposición de colocar una oblea dentro de los ascensores con un Código QR para que los usuarios y vecinos verifiquen cuando se realizaron esos controles.
«Según una norma la revisión de un ascensor debe realizarse todos lo meses y la hace un representante técnico. Se hace el engrase, lubricación y limpieza de todas las partes y ahí se controlan los elementos de seguridad y se verifica el estado del mismo», explicó Vázquez.
Y siguió al repecto: «El problema es que los consorcios están demasiado agobiados con gastos y aplican el dinero en otro lado o a veces hacen la parte estética de la entrada, etc y dejan el ascensor para lo último, digamos el control de maniobra, el corazón de la máquina».
«En realidad lo que tienen que hacer es una inversión, no es un gasto. En el área hay accidentes y en muchos casos son fatales», sentenció el integrante de Cámara empresaria de conservadores de ascensores (CECAF).
«En realidad en los ascensores habría que hacer una renovación en la parte electrónica, lo que es el control de maniobra, cada 10 años para que esté acorde a la nueva tecnología y le dé un poco más de vida útil al resto de las partes», cerró.
Desde la CECAF además expresaron que un nuevo problema cada vez más recurrente es que hay muchos edificios que ya no cuentan con encargado, también por razones económicas, y ello dificulta de sobremanera los controles mensuales, ya que no hay quien autorice el ingreso y se pueda entrar a la denominada sala de máquinas.
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