La diva de los teléfonos, defensora férrea del macrismo, emitió su voto pero fue eje de un escándalo con sus declaraciones que para muchos rompió la veda.
La lluvia cesaba en la ciudad y el sol estaba saliendo cuando faltaban diez minutos para las cuatro de la tarde, ese fue el momento en el que Susana Giménez ingresó al Instituto Superior Eccleston, ubicado en avenida Dorrego al 3700, y se acercó a la mesa 6474 para emitir su voto. Lo cierto es que diálogo con la prensa, la conductora se molestó ante una pregunta sobre la actualidad del país y respondió: “¿Por qué siempre tenemos que hablar de problemas?”. Susana llegó acompañada por su chofer y fue recibida por un grupo de fanáticos de la diva, entre ellas, su fans número uno Lorna.
“Vino mucha gente que está en geriátricos que no votaban hace muchísimo”, dijo Giménez sobre la cantidad de votantes que emitieron su voto durante la jornada del domingo en estas elecciones. En caso de mantenerse esta tendencia, superaría al porcentaje logrado en las PASO. Susana, que hoy no saldrá al aire con su programa por Telefe, dijo que seguirá el escrutinio desde su casa, luego de haber reconocido de “no haber cortado boleta”. “Ya está, no corté boleta, todo adentro”, dijo la diva uina vez que salió del cuarto oscuro. Sobre una posible charla con Alberto Fernández, en caso de que se convierta en el próximo presidente de los argentinos, Giménez fue tajante: “No lo conozco”, pero de ninguna manera descartó que en el futuro se pueda dar. Durante el trayecto del auto al cuarto oscuro y viceversa, la conductora no paró de sacarse fotos y saludar a todos sus fanáticos que la aguardaron en el lugar por una selfie con la diva