El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin anticipó que no apelarán la pena que la justicia fijó para el endoscopista Diego Bialolenkier, condenado a tres años de prisión condicional, pero que sí iniciarán una investigación por encubrimiento contra el Sanatorio de la Trinidad.
El veredicto tras dos semanas de juicio y tras 18 meses desde la muerte de Débora Pérez Volpin, no fue el que la familia de la periodista y legisladora esperaba y aunque reconocieron que se hizo justicia y no reclamarán el fallo en el caso del endoscopista. El letrado de la familia, Diego Pirota, adelantó la estrategia que tomarán a partir de ahora respecto a una apelación y una continuidad en la investigación sobre encubrimiento en el Sanatorio la Trinidad.
Pese a ser condenado a tres años de prisión por homicidio culposo, el endoscopista Diego Bialolenkier no irá a prisión y estará 7 años y medio inhabilitado para ejercer su profesión. En diálogo con Sábado Tempranísimo por Radio Mitre, el letrado confirmó que “no apelarán el fallo porque los familiares no buscan venganza y que sólo buscaban desarticular la versión que había instalado la clínica, de que Débora se había muerto por algo preexistente y hoy la Justicia demostró que esto no fue así, que a Débora la mataron uno o dos médicos”.
Respecto a la absolución de la anestesista Nélida Inés Puente, Pirota contó que existirá una apelación después de conocer los argumentos, que se harán públicos el 9 de agosto próximo: “Creemos que Puente tiene una responsabilidad penal. Vamos a buscar que se revoque la absolución y que sea condenada”.
Otro de los puntos que trajo calma a la querella fue el pedido del juez para iniciar una nueva investigación por encubrimiento al Sanatorio de la Trinidad. “La clínica mandó a mucha gente a mentir al juicio para que todos derivasen la responsabilidad al Bialolenkier y no se tome en cuenta que se usó un instrumento adulterado para el estudio. Ese endoscopio tenía un problema y la clínica lo quiso esconder. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias”.
“Expusimos la culpabilidad de los dos médicos y se consideró que sólo el endoscopista fue responsable. Esto se contradice con la versión que instaló el sanatorio. La tomada de pelo se terminó. Es el alivio que sentimos todos ayer”, se descargó Pirota tras una maratónica jornada que se extendió durante casi 14 horas, y completó: “Estos días fueron impactantes para todos, la crudeza del juicio para los familiares y la intensidad para los profesionales fue muy intenso. Siento como si hubiese pasado un año esta semana”.