Lo solicitó Bonadio. También para los documentos históricos y las escuchas telefónicas secuestrados en la casa de la ex presidente en El Calafate.
Mientras se escribe la resolución que definirá si la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibe su sexto procesamiento -el cuarto como jefa de una asociación ilícita-, la causa de los cuadernos de las coimas K abrió otro misterio. El juez federal Claudio Bonadio ordenó extraer testimonio de su expediente y que se investigue en tres causas diferentes por qué la hoy senadora tenía documentos históricos, desgrabaciones de escuchas telefónicas y hasta un bastón presidencial similar a los que se les entregaron a los presidentes entre las décadas del 50 y 60.
Según señalaron a Infobae fuentes judiciales, las preguntas acerca del origen de esos objetos se lanzaron hace unos días en los tribunales de Comodoro Py, luego de la llegada al juzgado de los efectos hallados en el allanamiento realizado en la casa de la ex presidente en El Calafate, Santa Cruz. Después de una serie de averiguaciones, el juez ordenó que se investiguen penalmente esas circunstancias, luego de extraer testimonios y girar el tema a la Cámara Federal para que abra tres nuevas causas.
La defensa de Cristina Kirchner, a cargo de Carlos Beraldi, había dicho que «las cosas que Bonadio ordenó secuestrar, no sólo no guardan relación con el objeto de la causa, sino que, además, son efectos que integran el ajuar del hogar, cuya incautación no tiene otro propósito que generar daño y humillación».
Pero Bonadio escribió el 10 de septiembre en una resolución a la que accedió Infobae: «La imputada Fernández, además de elementos que conforman el ajuar del hogar, tenía ocultos en una bóveda ubicada en el espacio lindante a la escalera que comunica al subsuelo con la cocina del inmueble dos artículos invaluables que hacen a la historia de la República Argentina».
Uno es una carta de José de San Martín a su amigo chileno Bernardo O’Higgins y el prontuario policial–con anotaciones de 1906 a 1910- del ex presidente de la Nación Hipólito Yrigoyen . Pero además Bonadio ordenó investigar el origen de un bastón presidencial que los Kirchner no recibieron en ninguna de sus llegadas a la Casa Rosada.
También pidió que se aclare el origen de una serie de carpetas con desgrabaciones que podrían provenir de escuchas ilegales, para lo que se recomendó abrir una causa por «abuso de autoridad y de malversación de caudales públicos».
A quién habría pertenecido uno de los bastones que tenía Cristina es un interrogante que ahora se intentará desentrañar. Lo que más llamó la atención es que se trata de un bastón original de la firma Ricciardi, la joyería encargada de hacer esos atributos de mando desde 1932 hasta que llegó la democracia, señalaron a Infobae fuentes del caso.
Fue por eso que algunos especularon con que podría incluso ser el bastón presidencial de Arturo Frondizi (1958-1962), que estaba en exhibición en el Museo de la Casa Rosada y fue robado, junto a la banda, en abril de 2009. Esa hipótesis, sin embargo, fue desestimad por el juzgado luego de solicitar el expediente en donde se investiga ese robo al juez Marcelo Martínez De Giorgi y descartar que se trate del mismo objeto, indicaron las fuentes consultadas.
Según declaró ante Bonadio la Coordinadora de Curaduría del Museo de la Casa Rosada, Adriana Marta Mare, «el bastón secuestrado difería de aquél que perteneció al ex presidente Arturo Frondizi, porque carecía de la marca «WALSER WALD» en su regatón, de marcas de óxido, decoloraciones y de faltantes de madera en el cuerpo del bastón; y de las manchas en la empuñadura que el primero poseía».
Los artículos que quedaron bajo la lupa de Bonadio habían sido secuestrados en los allanamientos que se hicieron a fines de agosto en la causa de los cuadernos, luego de que el Senado autorizara los procedimientos, con el voto de la ex presidenta inclusive. «Si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son objetos de mi uso personal», le había dicho Cristina Kirchner a Bonadio, tras pedirle que «no rompa nada».
Cuando se conoció que en los allanamientos se habían secuestrado bastones, Cristina se indignó: «Me acabo de enterar que entre los objetos que mandó a secuestrar Bonadio de mi casa de El Calafate estaban las bandas y bastones presidenciales de Néstor y míos. La violación de los derechos y garantías sin límite», escribió en Twitter.
El juez recibió casi un centenar de cajas con diferentes objetos. Algunos los devolvió en los días posteriores al allanamiento, en tanto otros comenzaron a ser tasados para establecer qué valor tienen, con vistas a futuros embargos.
El juez devolvió los bastones de Néstor y de Cristina ya que son considerados artículos personales, pero buscó más explicaciones para ese tercer bastón, un atributo «presidencial de madera, con empuñadura dorada, con el Escudo Nacional Argentino, con regatón plateado dentro de un estuche de color negro marca Ricciardi». Los expertos señalan que era de «caña de malaca, con detalles de oro macizo y dos borlas».
Ese atributo viajó desde el sur a los tribunales de Comodoro Py la semana pasada y Bonadio convocó a una serie de expertos para intentar determinar a quién pertenece: declararon en el juzgado funcionarios del Museo de la Casa Rosada y del Archivo General de la Nación y hasta el orfebre Juan Carlos Pallarols, creador de los bastones que se hicieron desde 1983 hasta 2015, incluidos los que recibieron Néstor y Cristina Kirchner en sus mandatos.
Según pudo saber Infobae, Pallarols confirmó que los bastones que recibieron los Kirchner durante sus presidencias tenían empuñadura de plata y el escudo de la Argentina en oro. Y, por su experiencia, entendió que ese tercer bastón que le exhibían «era un original de la firma Ricciardi, igual al tipo de atributos presidenciales confeccionados para los jefes de Estado» previos a la democracia.
Incluso, el artista señaló que el bastón era similar a los que recibieron los presidentes de las décadas del 50 y 60, por el tipo de borlas utilizadas. Agregó, incluso, que tenía 90 centímetros de largo y que el destinatario debía ser una persona alta, pero no pudo establecer a qué presidente le habría pertenecido, reconstruyeron las fuentes consultadas.
Las causas que se abrirán, tal como lo determinó Bonadio, son para descubrir el origen del bastón, el de las desgrabaciones de escuchas telefónicas y el del la carta de San Martín y el prontuario de Yrigoyen.
Según expone el juez en su resolución, el prontuario original del ex presidente Hipólito Yrigoyen «constituye claramente un documento histórico de más de cien años de antigüedad, y que involucra directamente a un personaje político e histórico de nuestra Nación; de lo que se evidencia la utilidad que reviste para la investigación histórica de aquella época».
Y sobre la carta de San Martín a O’Higgins, que publicó Infobae el domingo, el Director General del Archivo General de la Nación, Emilio Perina Konstanstinovsky, sostuvo que se trata de «un documento histórico, utilizable para el conocimiento de la historia patria, dado que aporta conocimiento de la relación entre el General José de San Martín y Bernardo O’ Higgins».
Por su parte, la coordinadora del Área de Comunicación y Acción Cultural del Archivo General de la Nación, la historiadora María Teresa Fuster, aseguró que el valor está dado por «los personajes que están involucrados, José de San Martín y Bernardo O’Higgins; segundo, porque San Martín escribe desde su exilio en París, Francia; y tercero, porque de la lectura de la carta puedo observar que José de San Martín no solamente está escribiendo sobre cuestiones particulares, de la familia, sino que además realiza un análisis político de la situación del país en ese momento y ese material resulta muy valioso para la investigación histórica». «Puedo asegurar que la carta es auténtica ya que tiene todas las características de la época», dijo y añadió: «además, reconozco que la letra y la firma corresponden a José de San Martín».
La causa que se inició a partir de las anotaciones del chofer Oscar Centeno ya tiene múltiples derivaciones. La última de ellas es la decisión de Bonadio de abrir tres casos diferentes para que en otros expedientes se determine si la ex presidente cometió delito al tener en su poder el bastón, la carta, el prontuario y las desgrabaciones de conversaciones que podrían haber sido obtenidas de manera ilegal.
Fuente: Infobae