Además, apostó a construir una alternativa «intermedia» para el proyecto de legalización del aborto
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, definió el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como «la expresión del fracaso de la dirigencia argentina» al tiempo que apuntó a crear para el 2019 «una alternativa superadora sin Cristina Kirchner que pase por arriba de la grieta«. Además, insistió en debatir una «instancia intermedia» en el proyecto de legalización del aborto que en estos días se discute en el Senado.
En una entrevista con El País de España, el mandatario provincial atribuyó el pedido de una línea de crédito por USD 50.000 millones al FMI a la imposibilidad de «acordar políticas públicas entre» los funcionarios argentinos «sin necesidad de intervención foránea» y cuestionó que la Argentina siempre «ha abusado de la política monetaria como único instrumento».
«Siempre hemos hecho lo mismo y nos fue mal, ¿por qué ahora nos iba a ir mejor?», se preguntó y calificó: «La llegada del FMI es la expresión del fracaso de la dirigencia argentina«.
Consultado acerca de su posible candidatura por el peronismo para los próximos comicios presidenciales, Urtubey prefirió apostar a «construir un frente más amplio» y aseguró que el peronismo tiene «mucha responsabilidad» en devolverle a la Argentina el «nivel de institucionalidad» que mantiene «bajo».
«Tenemos que crear una alternativa superadora sin Cristina Kirchner, que pase por arriba de la grieta, de esta dicotomía entre Macri y Cristina que está deteniendo el crecimiento de Argentina. Y ahí iremos con el candidato más competitivo. Podré ser yo o cualquiera, pero no se puede construir un espacio sobre la base de una persona. Eso ya lo hicimos y nos fue mal. En Argentina en la política, en la institucionalidad, hasta en el fútbol, tenemos que salir del personalismo. Argentina necesita un peronismo moderno, razonable«, especificó.
En este sentido, consideró que la estrategia de la oposición «no puede ser que al Gobierno le vaya mal» y que el problema está en que «el Gobierno privilegió el enfrentamiento con Cristina y que «ha construido artificialmente una fortaleza del sector más radicalizado alrededor de la expresidenta». «Les funcionó bien para las elecciones pero generó un gran problema. Ese sector no tiene fuerza para voltear a Macri pero tampoco para volver al poder», explicó.
Por otro lado, afirmó respecto al proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, iniciativa a la cual se opone, que «se está planteando una instancia previa a la despenalización» y que «una instancia intermedia en Argentina por su formato cultural y demás, podría abrir un proceso gradual«.
Y deslizó: «Yo no presiono. En Diputados yo planteé una posición contra la ley y los legisladores de mi provincia votaron de otra manera. Yo nunca estuve en posición radical contra la despenalización del aborto. No puede ser que la mujer sea encarcelada por abortar. Pasó en mi provincia y armamos todos los protocolos para evitar que suceda. Pero el problema es encontrar un camino para buscar consensos».
Urtubey definió el panorama actual social como «complicado» aunque descartó «un estallido terminal». Describió la situación con la existencia de un «malestar creciente» ya que hay «una enorme mayoría que siente que se perdió una oportunidad, que se desilusionó porque el cambio prometido no fue tal».
No obstante, advirtió que no ve «espacio» para una «crisis terminal»: «Macri acabará su mandato, no veo escenario tipo el de 2001. Eso es una gran evolución. Un país es confiable cuando puede administrar las crisis. Si logramos canalizar la crisis con soluciones por la vía institucional marcará nuestra mayoría de edad. Argentina debe resolver sus problemas en las elecciones y no en un estallido social, en eso estamos trabajando.»