Fuentes oficiales desestimaron el comunicado de los bonistas. «Responde a grupos minoritarios de acreedores externos que especulan y aprovechan para desestabilizar», aseguraron.
Por Liliana Franco para Ámbito.
La declaración conjunta de los grupos Ad Hoc, Exchange Bondholders y Argentina Creditor Committee donde cuestionó duramente el accionar del gobierno argentino en materia económica tuvo respuesta oficial. Las críticas de los acreedores van desde no contar con un plan económico, a negarse a explicitar los “objetivos monetarios o fiscales para 2022 o más allá”, hasta reclamar que “los precios de los eurobonos son más bajos que después de las elecciones de PASO el año pasado”.
También cuestiona al ministro de Economía, Martín Guzmán, al recordar que “muchas veces durante las discusiones de reestructuración sobre la especificidad de un programa económico y expresaron su preocupación por lo que sucedería el día después del canje” de los títulos.
En fuentes oficiales el comunicado no cayó bien aunque desestimaron la importancia al señalar que “no se especifica quienes están detrás, no representa la opinión de los acreedores”.
En la Casa Rosada explicaron que el país tiene un problema de “expectativas” dado el contexto complejo lo que da lugar a que “grupos minoritarios de acreedores externos especulen y aprovechen esta situación para desestabilizar”.
Es más, comentaban que el ministro de Economía, apenas conocido el comunicado, recibió varios mensajes de grupos de acreedores que le hicieron llegar su disgusto y desacuerdo por lo manifestado por este grupo de bonistas.
Según comentaron fuentes oficiales a Ámbito, los acreedores afirmaron que: “Ese comunicado es chiste. No tenemos nada que ver”; otros pedían disculpas o manifestaban su molestia por los conceptos. En tanto, que otro de los mensajes recibidos explicaba que el duro comunicado habría sido “impulsado por un grupo en Suiza”.
A nivel oficial explican que este comunicado puede responder a que algunos acreedores “quedaron con heridas abiertas” porque la restructuración de la deuda “de alguna forma fue un logro de Guzmán, a quien quisieron bajar reiteradas veces durante el proceso”.
De todas maneras, para la Casa Rosada son momentos de “suturar las heridas”. En este sentido, comentan que tienen un dialogo fluido con los acreedores, que mantiene el ministro de Economía encuentros virtuales.
En particular, y afirman que la publicación busca forzar a que el gobierno de Alberto Fernández implemente las políticas que aplicó el ex presidente Mauricio Macri. “Nos están pidiendo es lo mismo” y recuerdan que “no funcionó. No funcionó aquí, ni funciona en ningún lugar del mundo”, aseveran.
Esta respuesta concreta va dirigida a la crítica de los bonistas cuando afirman que “las exigencias fiscales y monetarias de 2020 son quizás comprensibles, pero está claro que la intención de tener un déficit primario de 4.5% y un déficit general de 6% en 2021, financiado con la impresión de pesos, es tan dañina para la confianza tanto interna como externa, que resulta contraproducente”. Resumiendo, afirman, lo que le piden a la Argentina es un ajuste ortodoxo.
La queja de este grupo de bonistas, según comentan los especialistas, también tiene como origen la fuerte pérdida de valor de los títulos públicos a pesar del breve tiempo transcurrido luego de haberse cerrado el canje.