El Maestro habló en conferencia tras la eliminación de Uruguay, aseguró que Francia ganó bien y evitó hablar de su continuidad al mando de la Celeste: «Hoy se terminó mi contrato, pero no voy a hacer ninguna declaración en ese sentido».
Tras la victoria de Francia 2-0 a Uruguay por cuartos de final, el DT Celeste, Oscar Washington Tabárez, habló en conferencia de prensa, consideró que los Galos ganaron bien y no quiso asegurar su continuidad: Hoy se terminó mi contrato. No voy a hacer ninguna declaración en ese sentido. No soy de hacer lobby. Le daría materia prima al periodismo, pero sería perjudicial para mí y para la Asociación Uruguaya», sostuvo.
El Maestro se despidió de su cuarto mundial en el banco charrúa (alcanzó semifinales en 2010, cuartos en 2018 y octavos en 1990 y 2014), y con doce años ininterrumpidos al frente de la Selección uruguaya, el Maestro fue clave para la reconstrucción de la Celeste.
Bajo su mando además Uruguay obtuvo la Copa América 2011, y fue clave generar desde juveniles figuras como Edinson Cavani, Luis Suárez y potenciar figuras como Diego Forlán. El ex técnico de Boca es considerado un símbolo por el país sudamericano, que considera que tiene que seguir al mando de la Celeste mientras su salud lo permita (ya tiene 71 años y se está recuperando del síndrome de Guillain-Barré).
Tabárez no escapó a lo construido desde el fútbol sudamericano, y lo destacó en la conferencia, haciendo comparación con los proyectos europeos: «Hay cosas que se explican solas. Bolivia no tiene el poderío de Alemania, Uruguay no tiene el de Inglaterra. Lo extraño es que esta parte del mundo haya conseguido lo que consiguió. Hay diferencias económicas, de infraestructura, de todo».
Sobre el partido con Francia, el Maestro analizó la paridad que hubo hasta el gol de Varane: «Nos hicieron goles de pelota parada, sí, pero hacía mucho que no sucedía. Solo no se equivoca el que no hace nada. A mis jugadores les dije ‘con la frente alta'».
“Recibí a los futbolistas y les pedí que la mirada fuera bien alta. No hay ningún tipo de reproche, no hay ninguna deuda de los jugadores», sentenció Tabárez a modo de cierre, con su impronta que ya es todo un símbolo en el fútbol uruguayo.