Es un estudio nacional. Además del economista libertario, hay 5 del Frente de Todos y 2 de Juntos por el Cambio.
Por Eduardo Paladini para Clarín.
Se presume, con bastante lógica, que la grieta es un «negocio» político que fomentan en simultáneo desde el Frente de Todos y Juntos por el Cambio para evitar la irrupción de un tercero. Sin embargo, un factor externo apareció en una nueva encuesta nacional cuando le preguntaron cuáles eran los políticos que le ponían más nafta a la polarización: el economista libertario Javier Milei.
El dato, llamativo pero no tanto si se tiene en cuenta el discurso del diputado de La Libertad Avanza, figura en el último sondeo de Solmoirago, una consultora que trabaja cerca del radicalismo en algunas provincias del Interior, y que también hizo mediciones para el Gobierno porteño, según informaron desde la firma a Clarín.
La semana pasada, este diario adelantó dos tramos electorales del informe: uno sobre la interna del oficialismo y otro sobre eventuales PASO en la UCR y el PRO. Todos estos resultados, más el ranking de la grieta, se publicaron a partir de un relevamiento de 2.050 casos en todo el país, entre el 24 y el 29 de enero, con +/- 2,16% de margen de error.
El grupo de los 8 (de la grieta)
La pregunta de la consultora sobre la grieta tenía su contraparte: el diálogo. «Según su parecer, ¿Estos dirigentes contribuyen a la grieta o al diálogo?», planteó específicamente Solmoirago. Y en la tabla, como responsables de la polarización, quedaron ocho dirigentes: el mencionado Milei, más cinco del Frente de Todos y dos de Juntos por el Cambio.
Este grupo se distinguió porque estos referentes sumaron más porcentajes pro-grieta que pro-diálogo. La tabla total incluyó a otros seis políticos, más propensos a la concertación que a la pelea, siempre según la lupa de los entrevistados.
El top 1 de la grieta fue Máximo Kirchner, el flamante ex jefe de bloque del FDT: para un 80,1% de los encuestados contribuye a la grieta y sólo para el 16,4% lo hace a favor del diálogo. Su madre y vicepresidenta, Cristina Kirchner, tiene una combinación casi idéntica: 79,6% la vincula con la grieta y sólo 18,2% con el diálogo.
El podio lo completa el Alberto Fernández, con 74,1% y 22,4% respectivamente. Dato seguramente doloroso para el presidente, que asumió en diciembre de 2019 justamente prometiendo que venía a terminar con esa pelea.
Debajo del trío oficialista quedó Milei, con 72,9% (grieta) y 10,5% (diálogo). Aunque no lo especifica el estudio, lo del economista parece más bien un juego a dos bandas: críticas a ambos lados de la polarización para emerger él mismo como una solución desde la anti-política. Por ahora, le alcanzó para sorprender en la Ciudad.
Los otros cuatro dirigentes que completan el ranking son:
- Patricia Bullrich: 66,9% grieta y 29,4% diálogo.
- Juan Manzur: 63,4% grieta y 20,7% diálogo.
- Sergio Massa: 55,2% grieta y 37,2% diálogo.
- Mauricio Macri: 53,4% grieta y 40,8% diálogo.
Massa y Manzur, que buscan mostrarse como una cara distinta dentro del Gobierno, también quedan mezclados en la puja.
La cara inversa del ranking, los más dialoguistas, son:
- Horacio Rodríguez Larreta: 64,6% diálogo y 29,1% grieta.
- Mario Negri: 60% diálogo y 28,9% grieta.
- María Eugenia Vidal: 59,1% diálogo y 34,6% grieta.
Y cierra el gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés, con más «diálogo» que «grieta» aunque con números muy bajos, que hacen inviable la comparación: 27,7% y 22,4% respectivamente.