Nueva encuesta electoral: caen oficialismo y oposición y crecen los “me da lo mismo”

Así lo muestra el último sondeo de Giacobbe & Asociados. Cómo evolucionaron los datos desde junio.


Por Eduardo Paladini para Clarín.

En junio, cuando el país todavía estaba asimilando el impacto del coronavirus y se profundizaba el agujero en la economía, una consultora empezó a medir cómo se plantaba la gente respecto a las legislativas 2021. De manera general. «¿Usted quiere que el Gobierno gane o pierda las elecciones?», preguntó desde entonces Jorge Giacobbe & Asociados. El último cuadro de esa medición vino con sorpresa: los «me da lo mismo» saltaron al 20,6%.

Los datos figuran en el informe que el analista -uno de los de mayor exposición mediática- difundió esta semana. Incluyen un relevamiento de 2.500 casos, entre el 25 y el 27 de noviembre, con +/- 2% de margen de error.

¿Cómo se completa el panorama? Un 50,4% respondió que quiere que el Frente de Todos pierda los comicios y un 27,9%, que gane. Es la séptima medición electoral que presenta Giacobbe desde aquella inicial a mitad de año.

En el arranque, la pelea era más pareja: un 42,9% deseaba la derrota oficialista y un 37,3%, un triunfo. Brecha de 5,6 puntos, con un 18,9% de «me da lo mismo».

A nivel general, y en consonancia con la caída del apoyo al Gobierno nacional, la distancia a favor de alguna opción opositora se fue ampliando. Así, ya en septiembre, se llegó a una diferencia de más de 20 puntos: 53,7% prefería una derrota y un 33,3% una victoria. Los indiferentes tocaron entonces un piso de 12,4%.

Pero el mes pasado, cuando Giacobbe hizo dos encuestas, se produjo un cambio. Entre principios y fines de noviembre, el Gobierno perdió 4,5 puntos de apoyo y la oposición, 2,5. Esos 7 puntos se sumaron a los «me da lo mismo», que tocaron su pico de 20,6%.

Polarización light

Desde hace varios meses, algunos analistas vienen advirtiendo sobre cierto hartazgo de la sociedad con la grieta. Y eso se refleja en los sondeos electorales. El emergente más claro del fenómeno es quizá José Luis Espert, quien después de una elección floja como candidato presidencial en 2019 (menos de 2%) aparece con buena intención de voto en la mayoría de las mediciones.

Esta particularidad, más un número de indecisos previsiblemente alto, hace que entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio queden lejos de la polarización del año pasado. Si bien se mantienen claramente arriba, ni se acercan a los casi 90 puntos que juntaron entre ambos en el último comicio.

También se presume que el año que viene, al ser una elección legislativa, habrá más dispersión opositora. Al menos eso es lo que ocurrió en las intermedias de 2009, 2013 y 2017, donde los triunfos a nivel nacional estuvieron en el orden de los 40 puntos.

De repetirse esta tendencia, puede ser una ventaja para el Frente de Todos. Claro que los 27,9 puntos que le adjudica ahora Giacobbe también son un alerta para el oficialismo. Otros estudios publicados recientemente por Clarín le dan un umbral más alto.

La oposición, en tanto, si bien en conjunto suele quedar arriba, dependerá de cómo presente su oferta y cómo responda la gente a esas opciones. Las primarias podrían funcionar como un ordenador, sobre todo para el voto útil anti K. ¿Por eso un sector del Gobierno impulsa que se suspendan, con el justificativo de la pandemia?

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