El día está fijado y la hora, señalada: el próximo 11 de julio por la mañana el Departamento de Justicia de los Estados Unidos entregaría toda la documentación sobre la corrupción de Odebrecht en la Argentina. En esa jornada y en Washington, están citados cuatro jueces argentinos, fiscales y delegados de la administración Macri.
Los funcionarios de EE.UU. prometieron entregar en forma “no oficial” toda la información sobre el escándalo de coimas de, por lo menos, 35 millones de dólares. Así, la misión –que viajará el 9 de julio- se constituirá en la última oportunidad de la Casa Rosada para conocer los detalles de la corrupción y obtener las pruebas para evitar la impunidad. El Departamento de Justicia y el FBI se comprometieron a entregar la lista de los que cobraron coimas y, también, los testimonios completos de Marcelo Odebrecht y los arrepentidos brasileños donde se mencionan las figuras que recibieron sobornos en Argentina.
Pero la sensible información será informal y no se podrá utilizar como prueba para condenar en los tribunales. Para eso, los jueces tendrán que iniciar después –con esos nombres– pedidos y exhortos formales para obtener oficialmente las pruebas de la corrupción. Eso va a tardar mucho.
Igual, la oportunidad se convierte en la ultima opción para que los culpables de las coimas vayan presos en la Argentina.
En Buenos Aires existe un fuerte “lobby” de políticos, empresarios, sindicalistas y jueces que intenta trabar la investigación. Se trata del mismo grupo que encubre al propio Julio de Vido. Ahora, la decisión política de sacar de la obra del “soterramiento” a Odebrecht abre una instancia clave para todos los que quieren trabar la investigación. Parece una medida ejemplar contra Odebrecht, pero a partir de ahora la constructora brasileña no tendrá ya ningún interés para colaborar con la Argentina.
En otras palabras: aleja cualquier posibilidad de un acuerdo para que Odebrecht entregue “los instrumento de prueba” que condenen a los corruptos. Así, Argentina va a consolidar un echo singular: de los 12 países corrompidos por la constructora, Argentina será uno de los pocos que no acordó la entrega de datos sobre quiénes recibieron coimas. Integrará un penoso lote de impunidad junto a Angola y Venezuela. Como anticipó Clarín, el Presidente tiene información confidencial que confirma que cobraron sobornos Julio de Vido y todos los funcionarios y valijeros del ex –ministerio de Planificación.
Pero para que se pueda comprobar en la Justicia, – como paso en 9 de los 12 países denunciados – el convenio con la constructora sería clave. Odebrecht reclamaba, para firmar la delación con Argentina, dos cuestiones : que sus ejecutivos no sean juzgados –porque ya tiene penas en Brasil– y poder continuar con las obras en el país. La venta de su participación a la italiana Ghella, elimina el principal incentivo que tenía Odebrecht para aportar pruebas. Ya no le quedarán obras en Argentina.
Por eso, hoy se publica en el Boletín Oficial la conformación de una comisión tripartita para revisar todo lo actuado por Odebrecht en la obra pública. La integran el Ministerio de Transporte, la Sigen y la Procuración. La decisión política de Mauricio Macri refleja su malestar sobre cómo otras áreas del gobierno manejaron el escándalo. En especial Justicia y la Oficina Anticorrupción.
Sucede que, de no obtener la Casa Rosada algo concreto, Macri quedará expuesto como uno de los pocos presidentes –de las naciones denunciadas – que no avanzó en condenar a los corruptos. Y le dará argumentos a los que dicen que protege a Cristina.
Por eso el Presidente fue muy duro con el accionar del Ministerio de Justicia y la OA. En la Jefatura de Gabinete dicen que ambos organismos dilapidaron tiempo y nunca tuvieron una estrategia para encarar el problema.
Macri lo manifestó en una reciente reunión de Gabinete, después de un informe de Germán Garavano. Así lo dijo : “No tenemos un plan de trabajo. Te pido que vuelvas al despacho y armes una estrategia concreta”. Dijo además que la OA trabaja “aislada, como un francotirador.” Garavano tuvo reflejos y concretó la próxima misión a EE.UU. Pero no aplacó la interna.
Facundo Saravia Frías , el Procurador del Tesoro , cuestiona la estrategia y advirtió que no se pueden esperar muchos avances y generar expectativas con la reunión en Washington. También el Procurador insiste con el error del tiempo perdido. La Casa Rosada actuó cinco meses después de que se conoció la declaración de Marcelo Odebrecht.
Los ministros estuvieron paralizados y recién se movieron en mayo a consecuencia de una denuncia que publicó Clarín y fuertes declaraciones de Elisa Carrió. Tampoco estaría bien confeccionada la ley de Responsabilidad Empresaria. Tiene serias falencias legales.
La próxima semana los máximos hombres de negocios tratarán el tema. Para eso se auto-convocará –después de mucho tiempo- el influyente Grupo de los 6. A los jefes del establishment les preocupan los desvíos y hay inquietud por otra cuestión: con la salida de Odebrecht de Argentina, el foco se pondrá exclusivamente en sus socios locales.