La actitud tomada por el sector es en respuesta al «Aporte Solidario» impulsado por el diputado del Frente de Todos Carlos Heller, quien es también presidente de la entidad bancaria. «Es un acto profundamente antidemocrático», se quejó.
La disputa entre las entidades rurales y el Gobierno de Alberto Fernández se acrecienta día a día, y el impuesto a las grandes fortunas se ha convertido en las últimas horas en un capítulo más de una historia que comenzó a principios de año, cuando desde el Ejecutivo anunciaron el aumento a las retenciones al sector.
Ocurre que ante la inminente aprobación del Impuesto a las Grandes fortunas, impulsado principalmente por Máximo Kirchner y el diputado Carlos Heller, varias agrupaciones optaron por dejar de ser clientes del Banco Credicoop, presidido por el legislador, en una suerte de ‘revancha’ a la decisión del oficialista.
Las entidades que dieron el puntapié inicial fueron la Sociedad Rural de San Pedro, la Sociedad Rural de Rojas, la de Baradero, la Asociación de Productores de Areco, la Asociación de Productores Rurales de Arrecifes y la Asociación de Productores Agropecuarios de Carmen de Areco, y las respuestas brindadas por lsa distintas entidades vinculadas a la producción agropecuaria encontró en las últimas horas un fuerte eco en las redes sociales, en las que muchos usuarios salieron a defender la medida.
Referentes del sector consideraron que su decisión » es una manera activa y legal de expresar nuestro rechazo ante un nuevo impuesto que alcanzará también a pequeños productores y contratistas debido a los altos valores de la maquinaria agrícola y agravará aún más la presión fiscal ya insoportable», y sumaron: «El diputado Heller siempre ha demostrado ser un permanente detractor de la producción rural”.
Por otro lado, aseguran que el nuevo impuesto -llamado por el Gobierno «Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas»- “se encuentra muy alejado de la actividad e inversión productiva. Es por eso que hemos decidido rechazar la iniciativa del Frente de Todos”.
Al malestar generado por la adición impositiva se sumaron en las últimas horas las medidas «insufucientes» tomadas por Alberto Fernández y su gabinete económico destinadas a reducir la presión en este aspecto a fines de que el campo liquide los dólares necesarios para evitar la pérdida de reservas del Banco Central, y es por esto que la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) envió una carta a todos los diputados y senadores nacionales por Buenos Aires y La Pampa en la que aseguran que de aprobarse el impuesto a la riqueza “se gravaría fuertemente al sector, impidiendo los naturales procesos de reinversión”.
Cabe destacar que según datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina señalan que en septiembre pasado la participación del Estado en la renta agrícola llegó al 62%.
“No se toma en consideración el patrimonio de la persona sino solamente los activos… Además, no existe un mínimo no imponible sino un mínimo no gravado, provocando que la persona que supere con su patrimonio en $1 los $200 millones pagará sobre el total y no sobre el excedente”, explica el texto enviado por CARBAP tras asegurar que no se trata de un aporte solidario, sino de un «impuesto directo»
«Es necesario discernir o separar entre un bien de carácter suntuario o financiero y un bien de carácter productivo como son las parcelas rurales. En la seguridad que usted entenderá la incidencia económica que este tributo en tratamiento tendría de mantener su actual redacción, lo que obligaría a la liquidación de activos, además de no permitir los procesos de reinversión tan necesarios dada la realidad económica de nuestro país”, explicaron.
Por este motivo, el pasado martes una fuerte movida inundó las redes sociales instando a aquellos productores que poseen cuentas en el Banco Credicoop a cerrar sus cuentas en la entidad.
“Yo me voy del banco”, había manifestado en diálogo con el diario La Nación Osvaldo Martin, presidente de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) en un accionar imitado por la asociacón que preside.
“Señor Heller, no hay nada más democrático que la decisión de irse de donde uno no se siente cómodo”, dijeron desde Apronor y completaron: «Solicitamos a nuestros productores y a todos los ciudadanos argentinos que no soportan más la altísima presión impositiva, a cerrar sus cuentas y toda operatoria mantenida con el Banco Credicoop en señal de rechazo a la iniciativa de creación de este nuevo impuesto a la inversión. Agradecemos a los empleados del banco por los servicios dispensados, nos sentimos incómodos en la entidad pero no por ustedes si no por la persona que la preside”.
También resolvió cerrar su cuenta en ese banco la Sociedad Rural de Reconquista, según confirmó su presidente, Juan Luis Capózzolo. “Se decidió cerrar para acompañar a las rurales de Buenos Aires que iniciaron este pedido”, dijo el dirigente.
Conocida la noticia Heller salió al cruce, al alegar que «es un acto profundamente antidemocrático, porque intentan sancionarme a mí y a la entidad que presido porque estoy participando de una iniciativa con la que no están de acuerdo. Es antidemocrático por donde se lo mire. Yo no soy dueño sino el presidente del consejo de administración. Y las sociedades rurales no se caracterizan por tener un vínculo con la banca cooperativa. Están invitando a sus asociados a cerrar cuentas que nunca abrieron”.
Del mismo modo se pronunció la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República argentina, ABAPPRA, que repudió lo que definió como “un escrache que llamó a cerrar cuentas del Banco Credicoop en rechazo al proyecto de Aporte Solidario a las grandes fortunas”.
Heller recibió también el apoyo de sus colegas legisladores del Frente de Todos e incluso de los de Juntos por el Cambio.