El exjefe de gabinete volvió a tener contacto con el jefe de gobierno porteño y, sin la frecuencia de otras épocas, dialoga con Macri; el vínculo sigue roto con Vidal, Monzó y Stanley.
Por Jaime Rosemberg para La Nación.
Perdón, sigo en silencio de radio», es la respuesta que reciben jóvenes dirigentes de su partido, políticos de distintos pelajes y hasta periodistas que intentan contactarlo. A través de esa amable y diplomática negativa, Marcos Peña reafirma su decisión de seguir sin apariciones públicas, aunque son varios los lentos y sigilosos pasos que el exjefe de gabinete de Mauricio Macri ha venido dando en dirección a su regreso al mundo de la política.
«Mientras Macri esté en política, Marcos también va a estar», afirma un exfuncionario al tanto de sus movimientos. Dos de sus incondicionales coinciden: el expresidente lo consultó antes de la mezcla de entrevista y conversación pública que llevó a cabo el periodista peruano Álvaro Vargas Llosa, la primera aparición pública de Macri en cuatro meses.
De todos modos, y aunque cerca del expresidente definen el vínculo como «fluido», otros referentes del espacio que conocen a ambos afirman que el trato es bien distinto al que tenían cuando trabajaban, puerta de por medio, en la Casa Rosada. «Aunque no lo veamos, el sol Marcos siempre está, solo que ahora está orbitando un poco más lejos de Mauricio», metaforizó un exmiembro del gabinete nacional.
Otro referente partidario agrega un dato: Hernán Lombardi, promotor de la gira «de los treinta días» con la que Macri remontó la dura derrota en las PASO y alcanzó el 41 por ciento, tiene hoy «más llegada» al expresidente que sus antiguos «ojos y oídos».
Cerca de Peña aseguran que el exjefe de gabinete sigue activo en reuniones «de tres o cuatro personas», en las que ejercita, sobre todo, el valor de la autocrítica. «Está mirando los cuatro años de gestión en perspectiva, sin entrar en la pelea interna. Ese es también su mensaje a los jóvenes del partido», afirma uno de sus excolaboradores.
Más allá de su diálogo con Macri, Peña también volvió a tener contacto con Horacio Rodríguez Larreta. «Con él está bien», afirma un allegado, que recuerda un almuerzo entre ambos en la sede gubernamental de Parque Patricios, hace poco más de un mes. «Marcos está con ánimo de sumar, de escuchar, con mucha autocrítica, y Horacio contiene a todos», explican cerca del jefe de gobierno porteño, donde hasta exageran, con algo de ironía: «Con Horacio se lleva mejor que con Mauricio».
Con quienes la reconciliación parece no haber llegado es con otros integrantes del sector «dialoguista», como María Eugenia Vidal, Carolina Stanley o Emilio Monzó, alejados por distintas razones de Peña durante el gobierno de Cambiemos. «Con los tres la cosa terminó mal. Y no se arregló», coincidieron cerca de dos de esos tres dirigentes del macrismo.
«Marcos siempre fue de perfil bajo, en algún momento reaparecerá pero no en el corto lapso», aseguran cerca de Macri. «No lo veo en ningún cargo los próximos cuatro años, tal vez ayudando en algo puntual», coincidió un incondicional del exjefe de gabinete.