En privado dice que algunos le traen más problemas que soluciones.
«Fue Moyano”, acusó directo el ministro de Trabajo. Jorge Triaca estaba atribulado. Sus ojos, enrojecidos. Enfrente estaba Mauricio Macri y la plana mayor del gobierno. En esa intimidad, el ministro denunció: “Fue Moyano el que se encargó de filtrar el audio para perjudicarme”. Y admitió con rabia: “fue un tiro por debajo de la línea de flotación”. Ocurrió el martes en la Casa Rosada. Triaca explicó y pidió perdón. Pero no aclaró todas las facetas del escándalo con su empleada doméstica.
El relato fue largo, porque el Presidente pidió precisiones. Macri está molesto con varios ministros: en privado dice que hay funcionarios que le traen más problemas que soluciones. Aludió al episodio de Triaca. Pero también a Luis Etchevehere, a los malos consejos de la Cancillería y a las peleas del Gabinete económico. Así lo dice: “Hay algunos que no ponen toda la garra para jugar este duro partido” .
Triaca contó en su confesión que los insultos a su casera ocurrieron un sábado en la quinta de su propiedad. Explicó: “Todos los sábados voy a la quinta a trabajar. No uso el chofer, voy manejando solo”. Y agregó: “la necesitaba a Sandra y ella me falló. Me calenté. Estuve mal , pero a todos nos puede pasar”.
Recibió muchas preguntas y fue ahí cuando Triaca acusó a Moyano. “Sandra – dijo– conoce a un dirigente kirchnerista y ambos le llevaron el audio a Hugo. Fue Moyano el que lo difundió”. Esa acusación alertó al Gabinete y es el verdadero motivo para que sea defendido por la Casa Rosada. Macri no va a entregar a ningún ministro acosado por Moyano.
Triaca admitió que utilizó información de inteligencia y una pesquisa propia para reconstruir el origen de la divulgación de su desliz. La explicación embraveció al Presidente, porque conoce que parte de la caída de imagen obedece a este affaire.
Macri tuvo en enero otra caída de 6 puntos en su imagen. Por eso, el Presidente arengó a todos contra el dirigente sindical y les dijo a los ministros: “Esto no es entre Macri y Moyano. Es entre el Gobierno y Moyano”.
La exhortación a la “cruzada” deriva de esa sensación que acumula el Presidente: que no todos los ministros tienen el mismo compromiso con sus batallas. Por eso, el fin de semana decidió en forma personal la expulsión de los parientes de los funcionarios. Andrés Ibarra tenía preparados todos los cambios del recorte político, menos el que generó el mayor ruido: excluir a los familiares de ministros del Gabinete.
Macri ya había consultado el tema a comienzos de año, desde Villa la Angostura. Solo en el sur, evaluó el operativo junto a su amigo de toda la vida, Nicky Caputo. Pero después hubo silencio de radio. El primer sorprendido fue el propio Marcos Peña. El superministro se enteró de la decisión del Presidente recién el fin de semana, cuando regresaba de París. Los ministros, el lunes.
Macri vino molesto de su gira: está desencantado porque en el exterior recibe amplios apoyos y en la Argentina cosecha críticas.
En el vuelo de regreso lo comentó con varios ministros : dice que en el exterior todos avalan en el rumbo correcto pero que aquí solo se cuestiona la anécdota.
Otras vez, la furia central se dirige al círculo rojo: políticos, influyentes , encuestadores, periodistas y empresarios. Ahora la bronca esta direccionada al movimiento empresario. Los acusa de “ingratitud” y de no acompañar políticamente su estrategia. Macri lo dice en la intimidad: hay un silencio cómplice con los que critican a la Casa Rosada.
Hasta ahora las entidades empresarias tienen un deslucido papel. La Unión Industrial desapareció de la escena pública y el Grupo de los 6 decidió hasta postergar sus reuniones.
La pasividad molesta a la Casa Rosada: creen que debieran ser militantes de las políticas oficiales. Pero también los hombres de negocios cuestionan exactamente por lo contrario a las centrales patronales: la pasividad para advertir problemas macroeconómicos .
No hubo -por ejemplo- ni una opinión empresaria sobre un dato alarmante: el déficit comercial récord. En medio del ruido, Luis Etchevehere anunció ayer que devolverá el dinero que cobró de la Sociedad Rural.
Clarín confirmó que lo hizo porque existía un lapidario pre-informe secreto de la Oficina Anticorrupción: sostiene que el ministro de Agroindustria actuó fuera del “límite ético” para continuar en el cargo. En otras palabras: ese dictamen, en caso de tomar forma oficial, iba a obligar a que la Casa Rosada echara al funcionario.
Etchevehere tenía plazo: debía entregar hoy el descargo final a la Oficina Anticorrupción. Pero recibió una orden estricta de Marcos Peña: evitar el escándalo y devolver el dinero, para frenar otro escándalo en el gabinete. La investigación confidencial de Laura Alonso encontró innumerables contradicciones en los argumentos de Etchevehere, para justificar el pago especial de 500.000 pesos.
La Sociedad Rural -en forma oficial- también lo había dejado a la intemperie política. La entidad aportó documentos que desacreditaban, una a una, las coartadas de Etchevehere para justificar el embolso. En un duro oficio, precisó que nunca estuvo previsto ese pago excepcional, ni tampoco estaba incluido en el contrato profesional del ex presidente de la SRA.
El “Premio”, en verdad, apareció una vez que Etchevehere fue designado ministro en una votación dividida -poco habitual- de la Rural. El ministro acompañó a Macri en la gira exterior. El Presidente recibió muchos elogios, que después le generan el “desencanto” local. Los jefes de las multinacionales tienen un similar discurso: fuerte apoyo al rumbo y una actitud permisiva frente a la inflación y el déficit.
En Davos, todos se enteraron de un secreto que guardaba el gabinete económico : la Casa Rosada fue la que decidió, sin anunciarlo, aplicar un mini-ajuste, incluida la devaluación. La decisión de devaluar el peso casi un 10 % fue tomada en la Jefatura de Gabinete. Mario Quintana le dio ,así, respuesta a muchos reclamos de empresarios por la caída en la rentabilidad.
La Cancillería expuso al Presidente a un mal trago en su exposición pública con Emanuel Macron. El presidente de Francia había anticipado que utilizaría la conferencia de prensa conjunta para hacer política interna a favor de los productores franceses.
Solo dos días antes del encuentro , el propio Macron concurrió a la región ganadera de Auvergne para prometer en público protección a los productores.
El episodio le originó un desgaste innecesario a Macri y fue una mácula en el viaje. La gente de Jorge Fourie acusa a Fulvio Pompeo -el verdadero canciller en las sombras- por el traspié. Existió un error original y de ambos: nadie entiende por qué si hay tantos problemas bilaterales, la Casa Rosada tardó 9 meses en confirmar al nuevo embajador en París.
Pero la reunión privada entre Macron y Macri fue buena, por una cuestión: se habló en forma dura, pero sincera y fuera de protocolo. Ambos llegaban al encuentro con un mutuo malestar: Macri frenó la compra de barcos por “sobreprecio” y Macron devolvió con descortesías y un veto a la entrada Argentina a la OCDE. El franco encuentro permitió superar muchas diferencias. Pero no destrabó el acuerdo Unión Europea-Mercosur por dos cuestiones: Uruguay se opone a la flexibilidad argentina por las carnes y Brasil no quiere abrir su mercado automotor a los europeos.
Nota publicada en el diario Clarín. Copyright Clarín, 2018.