Esto permitió que el mercado financiero argentino entre en un “veranito” que continúa.
Ayer por la tarde finalizó la primera etapa del Blanqueo, una iniciatiava presentada por el gobierno con el fin de poner en circulación mayor cantidad de divisas. El dinero ingresó al sistema financiero a través de una Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) y alcanzó los 20 mil millones en moneda estadounidense dentro de lo que fue la primera etapa.
El viernes por la tarde, el ministro de Economía, Luis Caputo, actualizó la cifra: “Hoy se termina la primera etapa del proceso de Regularización de Activos. El monto declarado en efectivo hasta el día de ayer fue de 20.085 millones de dólares. Adicionalmente, se declararon 2432 millones de dólares por otros conceptos. Muchas gracias a todos los argentinos que han confiado en este profundo cambio de rumbo económico, político, cultural e institucional que el Presidente @JMilei está llevando a cabo”, dijo a través de su cuenta en la red X.
En principio esta primera etapa iba a durar hasta el 30 de septiembre, fecha que se fue postergando ante la llegada de capitales al sistema. Finalmente, el ritmo se desaceleró ante los inconvenientes por los paros y apagones informáticos que llevó adelante la ex-AFIP.
Hasta el 31 de octubre pasado, habían ingresado US$19.023 millones en 300.967 cuentas CERA y en sociedades de Bolsa, según informó con el dato de recaudación la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). En total, se adhirieron 104.390 contribuyentes, para regularizar su situación.
También hubo US$1935 millones de otros bienes declarados, que incluyeron 11.233 inmuebles (10.817 en la Argentina y 416 en el exterior), 4903 cuentas bancarias fuera del país (sobre todo en Estados Unidos, Suiza, Uruguay y España) y US$19 millones en criptomonedas. Este combo permitió recaudar $263.000 millones por el Impuesto Especial de Regularización.
Esto permitió que el mercado financiero argentino entre en un “veranito” que continúa. La Bolsa porteña cotiza por encima de los US$1700, valores máximos desde mayo de 2018. El riesgo país perforó esta semana la barrera de los 900 puntos básicos, algo que no ocurría desde agosto de 2019. Y tanto el blue como los dólares financieros acumulan cuatro meses consecutivos de caídas nominales.