Tras la acusación de su sobrina, el legislador tucumano escribió una carta a la Cámara alta para informar que se aparta durante la investigación. Mantendrá los fueros parlamentarios.
El senador tucumano José Alperovich pedirá licencia a su banca después de que una de sus sobrinas publicara una carta denunciándolo por abusos sexuales reiterados. El peronista tomó la decisión de alejarse de la Cámara Alta mientras duren las investigaciones judiciales que están en marcha por esos episodios -que se habrían producido tanto en su provincia como en la Capital Federal-.
Según trascendió, Alperovich enviará la solicitud entre la noche de este lunes y la mañana de este martes. En el texto, el dirigente indica que «a fin de dedicar mi esfuerzo y mi tiempo a desbaratar la infamia, aclarar la verdad, y reparar mi honor, le pido expresamente que me confiera licencia en mi honorable cargo».
La licencia sería sin goce de sueldo y hasta que se «establezca la verdad» en la investigación judicial. «La imputación es absolutamente falsa, lo cual demostraré, a la corta o a la larga, ante la Justicia», agrega el senador en su texto.
El pasado viernes, la sobrina segunda de Alperovich, denunció abusos sexuales reiterados cometidos por el empresario y ex gobernador de Tucumán, en varias ocasiones y en sitios distintos.
«No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe», dijo la joven en la carta, y agregó: «El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quién fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019 -prosigue-. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él».
El senador se apuró a desmentir el contenido de las denuncias presentadas en un juzgado de Tucumán y otro de la Ciudad de Buenos Aires, y el domingo le dijo a Clarín que no pensaba dejar su banca. «No voy a tomarme licencia porque no hice nada; esto es una chantajeada».