Clarín habló con el referente liberal. La variable de la cuarentena y alerta por la inflación.
Por Eduardo Paladini para Clarín.
Un «rebotecito» o una inflación cercana al 60%. José Luis Espert cree que entre esas dos opciones se moverá la economía este año. Ante la consulta de Clarín, el referente liberal dejó sus pronósticos 2021 y también contó qué medidas tomaría él para paliar la recesión.
Según el ex candidato presidencial, que en las próximas legislativas pelearía por una banca en la provincia de Buenos Aires, todo dependerá de cómo sigan las restricciones por la pandemia de coronavirus.
«Partimos de una situación muy complicada, pese a la soja de 500 dólares. Y veo dos escenarios. Si no nos encierran de nuevo, la economía tendrá un rebote, con una inflación alta. Si nos encierran, habrá menos crecimiento y menos inflación», resume el economista de arranque.
Y amplía: «En el primer caso, con más actividad, la inflación puede ser el doble que la proyectada en el presupuesto. Si ahí hablan de 29%, se puede acercar al 58%. ¿Por qué? Porque durante la pandemia se duplicó la cantidad de dinero circulante y hoy tenés una parte importante encapsulada con las Leliq. Si esa plata empieza a circular, habrá más inflación».
«Y si nos vuelven a encerrar -completa-, la actividad crecerá menos y contenés un poco más la inflación. Pero ahí va a pegar en lo social. ¿La gente se bancaría otro encierro? Los intendentes de la Costa, por ejemplo, ya le dijeron a Kicillof que no pueden cerrar con la recesión que tienen».
Para Espert, «ninguno de los dos escenarios mostrará una economía muchísimo mejor. Podés crecer 4 o 6 puntos, pero hay que tener en cuenta cómo terminamos el año pasado, con una caída de entre 11 y 13 puntos de la actividad, una de las más altas del mundo, y con entre 36% y 37% de inflación».
Según el economista, el error inicial fue haber planteado «la falsa dicotomía entre economía y salud. La cuarentena fue la única medida real contra la pandemia. Es ridículo».
– ¿Y qué haría usted en el escenario actual?, le planteó Clarín.
– Lo que no hay que hacer es volver a cerrar. Tiene que haber distanciamiento, barbijo, testear masivamente. Y vacunar en serio. No la payasada de estas 300 mil dosis de la vacuna rusa. Y tendrían que renunciar Ginés y Gollán (los ministros de Salud de Nación y Provincia).
– ¿Y Fernán Quirós, no? Porque la Ciudad también tiene números muy altos de contagios, le preguntó este diario.
– No, Quirós es mucho más profesional.
– ¿Del Gobierno no rescata nada del combate a la pandemia?
– La fase inicial rescato, era razonable. Esas primeras semanas. Pero fue absurdo no haber usado ese tiempo para hacer testeos masivos. También estoy de acuerdo con el apoyo que se le dio a los privados, pero no tendrían que haber tardado seis semanas, y eso afectó mucho a comercios e industrias.
Respecto a las medidas económicas en sí que tomaría, Espert asegura que «habría que llegar a un acuerdo rápido con el Fondo. Si no quieren hacer reformas y firmar un acuerdo de facilidades extendidas, que firmen un stand by. Entre este año y el 2023 tenés 45.000 millones de dólares que vencen con el FMI: 5.000 millones en 2021 y 20.000 millones cada uno de los dos años siguientes».
El economista también advierte por las deudas de las provincias. «Y hay que dar alguna señal de racionalidad fiscal. Terminar con las medidas cavernícolas. Tiene que haber un ajuste de tarifas y congelar el gasto», agrega.
– ¿Con la situación social actual subiría las tarifas?
– Tiene que haber un ajuste, salvo en el gasto social. Pero a nivel nacional, provincial y municipal habría que congelar el gasto en salarios, bienes, servicios, obra pública. Igual, no veo probable que hagan algo de esto.
Espert aclara que esto sería «en lo inmediato» para levantar una actividad económica que «ya tocó su piso claramente», pero que todavía puede reflejarse en una suba del desempleo y en un índice de pobreza «cercano al 50%».
«A largo plazo -cierra el economista- hay que cambiar todo. Abrir la economía al mundo, reducir el Estado para poder reducir impuestos y tener leyes laborales amigables para crear empleo en blanco».