Así lo indica un informe oficial. La caída de las acciones y las tenencias en pesos atentaron contra el ahorro de la Anses.
La crisis cambiaria y el derrumbe del precio de las acciones y otros valores perjudicaron a las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS, el respaldo que posee el organismo que conduce Emilio Basavilbaso frente a las contingencias del sistema.
Según publica Clarin, entre enero y julio del 2018, el FGS creció 15% y alcanzó un valor de $ 1.382.975 millones. Descontando la inflación que en esos 7 meses fue del 19,6%, en términos reales, el FGS se depreció el 3,8%, en base al Informe del ANSeS.
En esos meses, de un valor de US$ 64.055 millones el FGS se redujo a US$ 50.580 millones, considerando el valor del dólar en $ 27,35. Representa una desvalorización del 21% y un achique de US$ 13.475 millones. Esto se debe a que buena parte de las inversiones, como títulos, acciones, préstamos, están colocadas en pesos que se depreciaron por la subida del dólar. De esta manera, en dólares, el FGS retrocede a los valores de comienzos de 2016. Con la nueva disparada del dólar, se descuenta una fuerte caída adicional.
De acuerdo a la legislación, el FGS tiene límites y topes para invertir y además cuenta con bonos pesificados del canje de deuda de 2005, como el llamado “bono cuasipar”, en pesos ajustable por CER, con vencimiento en 2045 que representa el 19,4% de la tenencia total de títulos públicos y el 12% de la cartera.
El Informe oficial sostiene que el 60% de la cartera está invertida en pesos y el resto en moneda extranjera. Si se desagrega por instrumentos, el 51 % de los títulos públicos están colocados en pesos y 49% en moneda extranjera. Así las inversiones en dólares ayudaron a minimizar las pérdidas en moneda nacional.
Las compañías privadas donde mayor inversión en acciones tiene el FGS son el Banco Macro, Telecom Argentina, Grupo Financiero Galicia, Ternium, y Transportadora de Gas del Sur. Estas cinco empresas totalizan más del 50% del total de la cartera de acciones.
Al 30 de junio de 2018, la cartera del Fondo estaba conformada de la siguiente manera: 61,8% por títulos públicos nacionales; 14,6% por acciones; 7,7% en proyectos productivos y de infraestructura y 4,9% por préstamos a las provincias. Los préstamos a beneficiarios del SIPA son el 3,5% de la cartera y a los beneficiarios no SIPA, el 2,2%. Las inversiones en títulos de entes estatales, el 1,6%; en fondos comunes de inversión fueron el 1,3% y Obligaciones Negociables, el 0,9% de la cartera. Las disponibilidades y colocaciones a plazo conforman el 1,4% y las inversiones en trámite irregular 0,02%.
El destino del FGS fue incluido en el acuerdo con el FMI de junio pasado. Allí el Gobierno se comprometió a “amortizar” (vender ) activos del FGS “para ayudar a financiar el pago de jubilaciones y pensiones, incluyendo aquellas en la ley de Reparación Histórica”. Claro está que con el desplome del precio de las acciones, bonos y otras inversiones en fondos de inversión, salir a vender esas posiciones implicaría cuantiosas pérdidas.