Los detalles del salvataje de EE.UU., las dudas de Wall Street y los secretos de Macri

La Casa Blanca pretende que la nueva foto Trump-Milei incluya la instrumentación del swap por US$ 20.000 millones. Para cerrar el acuerdo, viaja Luis Caputo a Washington.


Por Marcelo Bonelli para Clarín

Donald Trump lanzó otro operativo para ayudar a Javier Milei ante la crisis económica y las profundas dudas políticas que genera la Casa Rosada. El polémico mandatario de EE.UU. fue quien fijó el día y la hora del salvataje: el 14 de octubre, una fecha que queda, frente a la turbulencia actual, extremadamente lejana.

Pero la Casa Blanca pretende que la nueva foto Trump-Milei incluya ahora una anuncio concreto: la instrumentación del swap del Tesoro por US$ 20.000 millones.

En forma imprevista, Toto Caputo viaja hoy para intentar cerrar el convenio de rescate. La misión fue pedida por el propio Scott Bessent y la integra el conjunto de los “Totoboys”. Bessent quiere negociar cara a cara. En definitiva, Caputo va a instrumentar su nuevo programa.

El viaje se concreta después de una versión fallida del BCRA: hizo trascender que el Tesoro iba a recomprar bonos de la deuda por US$ 50.000 millones. Se trató de otra “zanahoria” que el mercado no creyó. Bessent zigzaguea y provoca sofocones en Economía. Ayer jugó a la “revista dislocada” y los mercados enloquecieron. Primero, bien temprano, dio un espaldarazo a Milei, pero después lo minimizó de un plumazo: “No estamos poniendo plata en Argentina”.

Fue una respuesta del Tesoro de EE.UU. frente a la fuerte interna que existe en Washington, promovida por aquellos que están en contra del salvataje. Los demócratas, los granjeros y el Departamento de Agricultura. También, sectores duros del Partido Republicano: hace tiempo que condenan los salvatajes directos.

Para tranquilizar esas peleas, el paquete va a incluir exigencias concretas a Milei. Clarín las anticipó: establecer una base extra OTAN en Ushuaia, darle preferencias a las “multi” de EE.UU. en las licitaciones argentinas, enfriar la relación con China, sancionar una ley de Patentes y liberar totalmente el mercado de cambios flexibilizando el cepo.

También reclama –como ayer blanqueó la vocera del FMI– un acuerdo político de “gobernabilidad” con Mauricio Macri y los gobernadores. Sería un “frente político” para acompañar, después de octubre, el cimbronazo de algunas medidas cambiarias.

Dicen que el Consejo de Seguridad de EE.UU habría elaborado un informe para todas las dependencias de Washington sobre el gobierno de Milei. El diagnóstico es el siguiente: hay que apoyar al único aliado de Trump en América Latina. Pero detallaría que en Wall Street y los mercados existe desconfianza y falta de credibilidad en la economía argentina y la política de la Casa Rosada.

En esos “papers” también se advierte que hasta ahora la dupla Milei-Caputo va lenta en la tarea para reconstruir la gobernabilidad. Encima, ayer el Senado le dio otro golpazo al Presidente.

De eso hablaron Javo y Mauricio. La reunión no fue fácil y hoy vuelven a encontrarse. El domingo, en Olivos, Macri se sinceró: “Nos vivieron ninguneando”. Milei habló de sus broncas contra Jorge Macri. Y cuestionó al PRO por su falta de convicción con las ideas del cambio. Mauricio enumeró los destratos y después afirmó: “Javier, estás mal rodeado y encima descuidado por tu gente”.

Guillermo Francos fue el testigo del encuentro. Un componedor y también una suerte de garante para el expresidente: Macri está cansado de las operaciones de Karina y “Peaky Blinders”. Ambos nombres fueron mencionados. Milei los defendió, Macri los atacó. Pero dicen que Milei habló en concreto de la necesidad de “asociarse” y “trabajar juntos” en el Congreso. En la reunión se habló del Gabinete. Macri le dio un consejo: pidió cambios y relanzar el Gobierno.

Pero el expresidente evitó proponer funcionarios. Solo repitió que hay mucha gente del PRO que puede reforzar el Gabinete.

Quedaron en hablar a la brevedad. Macri le confió a los suyos: “Le dije lo mismo que cuando comíamos milanesas”.

Aun no había estallado el escándalo que envuelve a José Luis Espert. Hasta el miércoles era un comentario y fue el propio Gobierno que lo instaló como tema central de campaña: Patricia Bullrich le tiró con un Exocet.

Karina -increíblemente, coincidía en esto con el Pibe- nunca quiso a Espert como candidato. Fue una obsesión del propio Milei: “El Profe tiene que estar”. Primero fue Santiago Caputo que salió con su equipo de comunicación a denostar a Espert. Pero la potente voz de Pato lo expuso al máximo.

Anoche Espert meditaba su futuro, pero resistía los embates de quienes quieren guillotina. En verdad, Espert nunca rindió cuentas de la financiación de su campaña electoral del 2019, cuando fue candidato a presidente.

Clarín confirmó que en ese momento la Cámara Nacional Electoral “desaprobó” la rendición de fondos de Espert. La documentación de la Justicia afirma que los gastos declarados “no se condicen” con los movimientos de dinero que tuvo.

El tribunal le envió a Espert una advertencia por la cuestión y abrió la posibilidad de una rectificación. Pero Espert nunca respondió. Buena parte del escándalo tiene que ver con la interna libertaria. En LLA disfrutan las peleas por espacios de poder. A Pato le conviene que Espert se manque: quedaría como única figura fuerte del oficialismo en las elecciones.

En Wall Street están alarmados por la profundidad de las internas en la Casa Rosada. Los inversores están preocupados: hubo una licuación fabulosa de sus activos.

El Merval cayó durante el año en dólares un 51%. Algunos ADRs perdieron un 60% y hasta YPF se desbarrancó con la friolera de un 47%. Los “lobos” de Manhattan dicen que el desplome es por causa de la errática política de Milei. Y cuestionan la pasividad de la Casa Rosada después de la paliza electoral en Buenos Aires.

En sus informes repiten mucho que hasta ahora Milei no aplicó ni un solo cambio desde la derrota electoral. También cuestionan las peleas. Las internas siguen al rojo vivo entre Karina y el Pibe.

En definitiva quieren conocer un detalle politico clave: cómo continuará esa relación después del comicio. Se trata del corazón político del poder en Argentina. La otra duda es cómo seguirá el programa económico de “Toto”. Es cierto que la presión del Tesoro para liberar el dólar está metiendo mucho ruido. Se trata de un manejo poco feliz de Bessent: no ayuda hablar de una liberación cambiaria antes de que ocurra.

Ayer, el propio Santiago Bausili tuvo que intervenir fuerte para domar al billete en los mercados futuros. El miércoles habían alcanzado cotizaciones altísimas y ayer las planchó con transacciones en pesos equivalentes a US$ 1.000 millones.

También el BCRA operó activamente sobre el mercado contado. La misión Caputo a EE.UU. abre una esperanza.

La cuestión se habló en el último encuentro de la UIA. Hubo voces críticas a causa del parate productivo.

Los más duros fueron Claudio Drescher, Elio Del Re y Alberto Sellaro. Había unos 40 popes fabriles inquietos por la inestabilidad cambiaria. Ahí fue donde el líder fabril Martín Rapallini confesó en privado: “Los mercados muestran la pérdida de confianza en el plan”. Y terminó: “Tampoco sabemos cómo hará Milei para recuperar la confianza para administrar el país”.

Igual de inquietos están en la Mesa de Enlace. Se tuvieron que tragar un duro sapo, después de la intensa y breve anulación de los retenciones. Los cuatro – incluso Nicolás Pino- están con bronca.

No los convencieron las confusas explicaciones de Juan Pazo, el jefe de ARCA. Carlos Castagnani, el jefe de CRA, contragolpeó: “La medida fue inconsulta y pésima señal para el campo”.

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