El juez y presidente de la comisión de la reforma del nuevo código Mariano Bronsky habló de las modificaciones que se realizarán para adaptarla a la sociedad de hoy en día.
El anteproyecto del Código Penal que el Gobierno presentará en marzo en el Congreso incluye varias modificaciones ya que el que rige en la sociedad hasta hoy es de 1921 y esta ley de leyes representa el espejo de la sociedad.
Por lo que después de casi 100 años, social y culturalmente la vida de Argentina ha cambiado y pedía casi a gritos un cambio en varios artículos. Así, en 2017 el presidente de la Nación Mauricio Macri dictó un decreto creando una comisión de juristas y designa como presidente a Mariano Borinsky para empezar a elaborar las reformas.
Desde su designación, lo primero que le consultaron fue el presupuesto para un trabajo de 50 personas y el juez, integrante de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación, dijo que por los 500 días de trabajo que no incluiría vacaciones “todos íbamos a hacer el trabajo ad honorem haciendo las reuniones en el ministerio de Justicia, que lo único que íbamos a necesitar era algunas medialunas y café para las reuniones”.
Señalando que el Código Penal define lo prohibido y permitido en un país y cuáles son sus consecuencias jurídicas penales, es decir, “lo más fuerte que puede hacer un Estado con una persona, que es enviarla a prisión al cometer un delito”, el magistrado le contó a Fernando Carnota en Carnota 910 por radio La Red el proceso del arduo trabajo.
Para comenzar, se debió estudiar los códigos de todos los países del mundo y afirmó que “tomamos cosas del Código Penal alemán, español, francés”, también se incluyeron cosas de Latinoamérica, Brasil y hasta EE.UU. “Muchos de los problemas que tenemos hoy están previstos en el nuevo código”, aseguró. Y entre otras cosas, remarcó que “por primera vez tendremos un título que tiene que ver con los delitos en el ámbito del deporte. Si se verifica asociación ilícita o portación de arma, el juez deberá aplicar el tercio superior de la escala penal”.
Lo principal para la redacción de éste para tener en cuenta es “achicar los márgenes de interpretación fijando pautas claras en la letra de la ley”. “El objetivo era que tenga un lenguaje sencillo”, aseveró y también explayó que, entre otras cosas, se aumentarán las penas en narcotráfico y en corrupción de funcionarios públicos: “Son 2 capítulos que hace 100 años ni existían estos delitos ni tenían el nivel de violencia e impacto social de hoy. En delitos de funcionarios públicos, parten de los 4 años de prisión y el decomiso de bienes desde el comienzo del proceso penal”.
Otro de los puntos que se modificaron en materia de seguridad es la fijación de los plazos del cumplimiento en detención. “Cuando tenes un caso grave, como violación seguido de muerte o secuestro, el nuevo código habla de cumplimiento total de la pena, en los casos de reincidentes habla de cumplimiento total de la pena hasta 35 años o hasta 40 años si es declarado reincidente. Ese aspecto no está establecido. Con posterioridad a ese plazo máximo, habrá 10 años de seguimiento socio judicial de esa persona como sucede en el código francés”, resaltó.
También incluye los casos de la Fuerzas de Seguridad, hay un capitulo por el cyber delito, “no solo el acercamiento, sino que la mera tenencia de pornografía infantil sin comercialización estará tipificado. Estará tipificado el hurto informático de información”. Se agravan las penas por delitos sexuales, las violaciones tienen agravamiento; la trata de personas se mantiene tal y como están el código actual y, además, busca equilibrio entre el derecho a la protesta social y la libre circulación.
Por último, si bien este anteproyecto se debe aprobar en el Poder Legislativo, Borisnky apuesta que será aprobado ya que, entre otras cosas, “estuve reunido personalmente con Gobernadores, buscando las problemáticas, intereses, hay que atender problemas regionales. Buscamos tener un consenso político”
