Un remisero con antecedentes por drogas señalado por la familia y un vigilador privado fueron arrestados por el hecho. La Justicia investiga al titular del auto en donde encontraron el cuerpo de la adolescente de 15 años.
La Policía Federal encontró en el Duna que manejaban Bruno Cortez y Luis Fernández precintos para maniatar, un bidón de nafta, una pistola .9 mm con ocho balas.
En el asiento trasero estaba el cuerpo sin vida de Xiomara Méndez Morales, de 15 años, hija de ciudadanos peruanos y vecina de la Villa 1-11-14, secuestrada la tarde anterior en la puerta de su colegio en Flores.
La madre de Xiomara denunció el hecho a la ex Comisaría N°40 una hora después de que su hija desapareciera, lo que disparó una causa en la Fiscalía N°12 de Alejandra Mangano y un seguimiento de la división Antisecuestros de la Policía Federal.
El testimonio de una compañera de la menor, apuntaba a que Xiomara se había subido al auto de sus captores por su propia voluntad.
Una tía de la menor aseguró que conocía, por lo menos, «al remisero»: Luis Fernández, jujeño, de 40 años, con domicilio en Parque Patricios, a pocas cuadras del hospital Churruca.
La tía de Xiomara incluso lo vinculó a la agencia de viajes Los Rebeldes, una figura frecuente en los movimientos narco de «Marcos» Estrada González, histórico capo narco del asentamiento del Bajo Flores.
Sin embargo, los registros de más de diez años de investigación contra el capo en el Juzgado Federal N°12 de Sergio Torres no muestran a Fernández como cómplice o siquiera mencionado. Además, su condición de argentino lo excluiría de la banda, ya que ser peruano siempre fue una condición absoluta para trabajar para «Marcos».
La menor fue encontrada en el Acceso Oeste. El segundo detenido tiene domicilio en Morón de acuerdo a registros oficiales. Padre de dos hijos, el hombre de 36 años de edad consiguió empleo en los últimos meses en una agencia de seguridad privada, el año pasado trabajó en una empresa porteña de construcción.