La víctima tenía 68 años, padecía demencia senil y se estaba llevando un par de productos de un Coto. Los empleados de seguridad se encuentran detenidos.
Un hombre de 68 años fue asesinado a golpes por dos custodios de la cadena de supermercados Coto, en el barrio porteño de San Telmo.
El episodio, según se conoció en las últimas horas, se produjo el viernes último en la sucursal de la cadena de supermercados Coto situada en Brasil 576 y los dos custodios terminaron detenidos, acusados de homicidio.
El hombre fallecido se llamaba Vicente Ferrer, padecía de demencia civil, y en el momento de la violenta agresión procuraba llevarse sin pagar un queso, un aceite y un chocolate.
Aparentemente, Ferrer sufrió un infarto mientras era golpeado por los custodios, quienes, de acuerdo con testigos presenciales, continuaron propinándole puñetazos y patadas en el interior del local y a la salida, a pesar de haber recuperado los productos.
Según Nicolás Ramos, un vecino que es fotógrafo y tomó imágenes de lo ocurrido, los custodios dejaron tirado al hombre en el lugar sin llamar al servicio de emergencia 911, y recién fue asistido por efectivos de la Policía de la Ciudad alertados por el público, quienes enseguida llamaron a una ambulancia.
De acuerdo al testimonio recogido por el diario Página 12, a Ferrer «después de molerlo a patadas, los dos hombres de seguridad lo arrastraron por la vereda y lo dejaron tirado frente a la panadería«.
Según indicó el fotógrafo, que pudo tomar imágenes del momento en el que Ferrer era asistido por policías el hombre parecía ya fallecido.
«Cuando yo estuve ahí, el hombre no se movió ni abrió la boca ni los ojos, para mí que ya estaba muerto«, relató y agregó que los policías le pidieron que se retirara del lugar y que no tomara fotos.
El incidente causó la reacción de la gente contra los custodios e inclusive contra la Policía.
«Ustedes le pegan así a la gente por robar comida y les pegan porque no saben lo que es tener hambre«, les gritó a los custodios un joven en situación de calle.
En el hecho tomó intervención el juzgado Criminal y Correccional número 33, a cargo del juez Darío Osvaldo Bonanno.