Laura Fidalgo: «Me desilusionó que Tinelli no me llame más»

La bailarina habló sobre su actualidad como profesional y su alejamiento de la televisión luego de la lesión que sufrió, y aseguró: «En los medios hay sólo un 3% de gente auténtica»

Laura Fidalgo fue entrevistada por Federico Seeber en La Burbuja y se refirió a su actualidad como bailarina, asegurando que iba a seguir bailando. Además, lamentó la actualidad de los medios, y si bien afirmó que la popularidad se la dio Marcelo Tinelli, manifestó su desilusión con el conductor: «después de 10 años de trabajo no me llamó más cuando me rompí».

«Hoy hay mucha falta de valores y eso me genera mucha angustia», afirmó la bailarina, y sostuvo que cree «más en la gente que en los contratos». «Mi carrera hay que construirla permanentemente. El rating no me influyó en nada», añadió.

Fidalgo, de 46 años y bailarina desde los 15 («Hasta que el vehículo me lo permita voy a seguir bailando, creo que tengo más energía que cuando era chica»),  contó cómo transitó el duelo de la fuerte lesión que sufrió: «Me
rompí los cruzados, nunca voy a poder bailar como antes. Me deprimí y lloré mucho. Pasé por todos los estados de ánimo», aseguró en diálogo por FM Millenium.

La vedette sin embargo sabe que le quedan «muchos sueños por cumplir», y se remontó a sus orígenes, donde luchó para poder ser lo que es: «Cuando era chica, una maestra me decía que tenía pies planos y que era muy alto y nunca iba a poder bailar».

En cuanto a la espiritualidad, Fidalgo afirmó que se le apareció la virgen cuando tenía diez años, y que gracias a eso tuvo una confirmación: «La danza es un canal para ayudar, vine a la vida para eso». Actualmente, cree «más en la numerología que en los signos».

En cuanto a la consideración política, la bailarina se consideró «apolítica», y completó:  «Tengo calle. Si algún candidato afanó en algún momento a ese no hay que votarlo».

Por último, consultada por su Momento Burbuja, Fidalgo nombró varios: «sobre todo con mi pareja, mi familia, mi mamá, sentada en el sillón con un mate, siendo feliz».

 

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