Las recetas electrónicas serán obligatorias a partir del 2025

La medida del Gobierno busca optimizar el proceso de prescripción y dispensación de medicamentos.


A partir del 1° de enero de 2025, Argentina adoptará plenamente la receta electrónica como única modalidad válida para la prescripción de medicamentos.

Esta iniciativa representa un cambio estructural en el sistema de salud, promovido por la Ley N° 27.553, que busca optimizar el proceso de prescripción, dispensación y trazabilidad de medicamentos en todo el país. La implementación de este sistema no solo sustituirá las recetas en papel, sino que también garantizará la seguridad, privacidad y eficiencia en la gestión de información médica.

La receta electrónica se almacenará en repositorios digitales homologados, a los cuales las farmacias y plataformas de prescripción podrán acceder de manera controlada, asegurando que cada paciente reciba los medicamentos que necesita sin importar la ubicación de la farmacia. Este sistema incluye protocolos de alta seguridad que aseguran la confidencialidad y la integridad de los datos médicos, reduciendo significativamente los riesgos asociados a las recetas físicas, como errores de interpretación debido a la letra manuscrita o posibles manipulaciones.

Además, el Ministerio de Salud ha establecido normas que aseguran la interoperabilidad entre plataformas de prescripción y farmacias, permitiendo que toda la información fluya dentro de un ecosistema digital integrado. Para operar, las plataformas y repositorios deben estar aprobados por el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS). Hasta el momento, 81 plataformas ya fueron homologadas, y 55 están en proceso de adecuación, con tiempo límite hasta el 31 de diciembre de 2024.

El impacto de esta iniciativa será amplio. Por un lado, eliminará los trámites burocráticos asociados a las recetas en papel, como la necesidad de trasladar documentos físicos entre médicos, pacientes y farmacias. Por otro lado, permitirá un seguimiento más preciso de los medicamentos desde la prescripción hasta la dispensación, facilitando la detección de irregularidades, como duplicación de recetas o incompatibilidades entre tratamientos. Además, este sistema mejorará la toma de decisiones clínicas, ya que los profesionales tendrán acceso al historial médico del paciente, permitiéndoles personalizar los tratamientos y evitar interacciones adversas entre medicamentos.

El proceso de implementación se ha desarrollado en etapas. La reglamentación de la ley, vigente desde julio de 2024, otorgó un plazo de 180 días para que las plataformas se adecuen a las nuevas exigencias. A partir de enero de 2025, solo podrán operar los sistemas aprobados por el ReNaPDiS, garantizando la seguridad y funcionalidad del sistema. En términos de cobertura, 17 jurisdicciones ya cuentan con legislación vinculada a la receta electrónica: 11 provincias han adherido a la ley nacional, 4 tienen normativas propias, y otras 4 están avanzando en proyectos de ley provinciales.

El nuevo modelo promete mejorar la experiencia tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. La eliminación de barreras geográficas permitirá que los medicamentos sean dispensados en cualquier farmacia del país, sin importar si están conveniados con una obra social o prepaga. Esto facilitará el acceso a tratamientos, especialmente en zonas rurales o alejadas de grandes centros urbanos. Asimismo, la digitalización asegura que las recetas sean emitidas por profesionales habilitados, lo que refuerza la confianza en el sistema y mejora la transparencia.

En términos de seguridad, los repositorios digitales contarán con sistemas de respaldo y recuperación de datos para evitar pérdidas por fallos técnicos. Este enfoque integral garantiza que las recetas estarán disponibles en todo momento y lugar, brindando tranquilidad tanto a los pacientes como a los profesionales que confían en el sistema.

La transición hacia la receta electrónica también responde a la necesidad de modernizar el sistema de salud en un mundo cada vez más digital. Este cambio no solo reducirá costos administrativos, sino que también promoverá un uso más racional de los medicamentos, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema. La mayor trazabilidad permitirá a los organismos de control monitorear el uso de medicamentos a nivel nacional, identificando patrones de consumo y previniendo posibles abusos o irregulares.

Este avance representa un paso fundamental hacia un sistema de salud más eficiente, accesible y seguro, alineado con los estándares internacionales de calidad en la atención médica. La implementación de la receta electrónica en Argentina marca el inicio de una nueva era en la prestación de servicios de salud, beneficiando tanto a pacientes como a profesionales y fortaleciendo la confianza.

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