El jefe de gobierno porteño está seguro que los contagios por coronavirus están bajando y por eso prevé más aperturas comerciales en el corto plazo.
Por Jaime Rosemberg para La Nación.
«No hay que gritar los goles antes de que la pelota entre», advirtieron cerca del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, empeñado por estas horas en moderar el optimismo desbordante de su equipo, quienes -con datos en mano- hablan de una «clara luz al final del horizonte» en la batalla contra el coronavirus. De la mano de la baja de casos y los índices de ocupación de camas y tasa de contagios, desde el gobierno porteño ya piensan en nuevas aperturas en la Ciudad.
«Somos cada vez más optimistas. Estamos en condiciones de dar respuestas a la gente, justo cuando el hartazgo social en la cuarentena llegó al límite», afirmó un miembro del gabinete porteño anoche, cuando las extensas columnas de autos y peatones se dispersaban después de la marcha del 17A contra el Gobierno, manifestación de la que la administración porteña tomó distancia.
Luego de otra mañana dedicada al repaso de la situación y planes a futuro-el jefe de gobierno se excusó para no participar de la reunión virtual de Juntos por el Cambio-otro ministro describía la situación sanitaria como de «leve pendiente hacia abajo» en relación al número de contagios. «Puede haber algunos saltos hacia arriba, pero la tendencia es hacia abajo», afirmaba el funcionario, antes de que el parte diario del Ministerio de Salud de ayer confirmara 710 casos nuevos, casi la mitad de los que se contabilizaron durante la semana pasada.
En este contexto, y con una curva que comenzaría a bajar de manera ostensible «en dos o tres semanas», se acelera el plan de reaperturas anunciado el viernes. Al regreso de los deportes individuales (golf, tenis, remo, pádel) que se efectivizó ayer, le seguirán las reuniones que hoy sostendrán funcionarios porteños con dueños de comercios de las zonas de Once y la calle Avellaneda, en Flores, para acordar protocolos que les permitan reabrir sus puertas. También hoy se pondrá en marcha la reapertura parcial de hoteles de la Ciudad no afectados a la atención de casos de coronavirus, con los protocolos correspondientes.
¿Y hacia adelante? «Pensamos en reabrir más actividades que den trabajo, y recuperar todo lo que se pueda la vida social», afirmaron desde la administración porteña.
¿Regreso a clases?
Muchos de los principales cañones están puestos, además, en «algún tipo» de vuelta a clases, el mes próximo. Por un lado, la ciudad arrancó hoy con el plan «Decí Presente», por el que se «fueron a buscar» casa por casa a 6500 chicos de establecimiento de gestión estatal que perdieron todo contacto con la escuela, relevar sus necesidades y reincorporarlos de alguna forma a la enseñanza virtual.
Por otro lado, y en un proyecto que despierta escozor en los gremios docentes nacionales, el gobierno porteño le presentará esta semana al Ministerio de Educación nacional su proyecto de reapertura de gabinetes informáticos, para que aquellos niños y adolescentes sin acceso a internet o con dificultades de acceso puedan hacerlo dentro de las escuelas.
El plan de Larreta y su ministra de Educación, Soledad Acuña, consiste en habilitar tres espacios (o aulas) de cinco chicos cada uno, para que desarrollen allí sus tareas. Se comenzaría por los colegios secundarios, y una semana más tarde se sumarían los primarios. «Va a ser más fácil que se contagien en el supermercado que dentro de la escuela», afirmaron desde ese ministerio, y adjudicaron la resistencia de los gremios docentes a que «muchos no pueden permitirse que los corra por izquierda un gobierno en teoría de derecha» como el que encabeza el dirigente de Pro. De todos modos, es casi un hecho que este año no habrá vuelta a clases «normales» para nadie en la ciudad.
«Hay muchos planes, esperemos poder llevarlos a cabo si los casos siguen bajando», señalaron cerca del jefe de gobierno, obsesionado por reabrir más actividades y mostrar un camino «autónomo» más allá de sus acuerdos con la Casa Rosada.
