Nuevas pericias comprometen al ex empleado informático del fiscal. Son mensajes de WhatsApp hasta ahora desconocidos. “Yo no recuerdo esos mensajes”, dijo.
Diego Lagomarsino estaba mirando televisión cuando se enteró que la Justicia encontró dos WhatsApps suyos a Nisman el sábado 17 de enero de 2015. El primero a las 11.40 de la mañana. El segundo, a las 13.04. El ex empleado informático del fiscal, que conoce de punta a punta el expediente, se vio sorprendido.
Su versión hasta ahora era que ese sábado él había ido a ver a Nisman para llevarle el arma porque el exfiscal UFI-AMIA, lo había llamado a él para pedírsela, a las cuatro y media de la tarde. Esto significa que él pudo “forzar” aquel encuentro poco antes de que Nisman fuese asesinado con su arma.
“Estoy indignado porque ya están inventando cualquier cosa. Me quieren perjudicar a toda costa y usan estas supuestas pericias de las que todavía ni siquiera nos notificaron a nosotros”, dijo en una entrevista con Clarín desde su casa de Martínez, desde dónde es monitoreado por la Justicia con tobillera electrónica.
Sobre los mensajes que informa la pericia de Gendarmería, el empleado informático sostuvo: “Ahora están hablando de dos mensajes. Yo no los recuerdo, pero si los mandé no significan absolutamente nada. De hecho, en mi celular no quedó registro de esos supuestos mensajes, y mi celular lo tiene la Justicia desde hace tres años”.
Para Lagomarsino, los peritos quieren perjudicarlo, “ellos dicen que a Nisman lo mataron y no tienen nada. Ni cómo fue el asesinato ni quiénes son los asesinos. Lo único que tienen es un tipo que llevó el arma, que soy yo, y entonces ése es el culpable”, criticó el informático.
Finalmente para el único imputado en la causa por la muerte del fiscal “todo esto es un delirio que no tiene coherencia”. Sobre que ocurrió con Nisman opinó que “yo no lo sé, pero lo que yo creo es que lo llevaron a suicidarse. Que lo fueron empujando a esa situación”.