La Unidad de Investigación Financiera quiere que el juez Martínez de Giorgi la cite como responsable del intento de desviar la causa de «la ruta del dinero K» en sus inicios, para acotarla sólo al rol de Federico Elaskar y Leonardo Fariña.
Los casos son diferentes y sus protagonistas también, pero un inconfundible «aire de familia» envuelve varias noticias judiciales de esta semana.
Así como el ex ministro K Julio De Vido fue doblemente señalado por su responsabilidad última en la compra de chatarra ferroviaria y en los toqueteos administrativos y presupuestarios que permitieron cerrar un contrato exorbitante con la constructora Odebrecht para ampliar gasoductos, ahora es la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, a quien exigen explicaciones por su supuesto rol de ideóloga y verdadera autora de otro delito: la intervención de un subordinado suyo para desviar la investigación de «la ruta del dinero K» lo más lejos posible de Lázaro Báez y, por supuesto, de la familia Kirchner.
En el marco de la causa que investiga esa intromisión por parte de los fiscales Carlos Gonella y Omar Orsi -ambos conprocesamientos confirmados por la Cámara Federal- la Unidad de Investigación Financiera (UIF) pidió al juez Marcelo Martínez De Giorgi la citación de GIls Carbó a prestar declaración indagatoria como demiurga de aquella extraña aparición de Gonella y Orsi (entonces titular y colaborador de la fiscalía antilavado Procelac) para presentar sin que nadie se los pidiera un dictamen con recomendaciones y pedido de ciertas medidas de prueba al juez Sebastián Casanello, que hubieran orientado la causa hacia las travesuras de Elaskar y Fariña en lugar del saqueo en la obra pública y el cuantioso lavado de dinero posible a través de los contratos de Lázaro Báez con los gobiernos kirchneristas.
FUENTE: CLARIN
