Lo dijo el director médico de la clínica Fitz Roy. Buscan descomprimir la inflamación sobre la vértebra que destrozó la bala. Todavía no mueve las piernas.
Rocío Villareal pelea por su vida. La policía baleada durante el intento de copamiento de la comisaría de San Justo, permanece sin mover las piernas y mañana será sometida a una nueva operación para descomprimir la zona dorsal de la columna donde el balazo le destrozó una vértebra.
De este modo lo confirmó el director del Centro Médico Fitz Roy, Mario Schusterhoff, donde la policía baleada fue trasladada el lunes a la tarde luego de haber sido intervenida en el hospital Paroissien, de Isidro Casanova.
“Desde lo neurológico está igual, no hubo mejoría ni empeoró. Está sin responder a los reflejos todavía, eso no quiere decir que no mejore. Es un tratamiento muy largo, hay que tener paciencia. Tenemos esperanza y médicos expertos en el tema”, declaró Schusterhoff sobre la lesión en la columna de la mujer.
El parte médico sostiene que la sargento recibió un disparo que atravesó el brazo, pulmón, diafragma, hígado, riñón y le destrozó la vértebra D12, la última de la zona dorsal.
La preocupación es “ver si al bajar ese edema va mejorando”, aseguró Schusterhoff. Por eso, anunció que mañana la operarán: “Es para descomprimir, que esa zona de la columna quede más limpia y extraer el proyectil. Esperemos que el tiempo decida y ella mejore”.
“En la operación la idea es llegar al lugar (de la lesión), limpiar la zona y estabilizar porque le falta un vertebra entera: la destruyó la bala. Por lo tanto, hay que ocupar ese lugar, dejar derecha la columna y descomprimir la zona”, agregó.
Admitió que no saben cuánto le afectó el disparo la médula ósea: “La afectó la bala, por el calor que produjo este edema. Y la afecto por las esquirlas del cuerpo vertebral (destrozado), cuánto no lo podemos decir. Sigue sin mover la piernas”.