La policía herida en San Justo tiene daño medular pero no es total

Según el nuevo parte médico, gracias a la conservación de algunos de sus nervios medulares, Rocío Villarreal podría rehabilitar la movilidad de sus piernas


Tras ser operada, Rocío Villarreal, la policía baleada en la comisaría de San Justo, presenta daño medular en «importante porcentaje» pero, sin embargo, queda una parte que «puede que se haya conservado». Así lo aseguró el director médico de la Clínica Fitz Roy, Mario Schusteroff, quien explicó cómo fue la operación de la efectiva y que consecuencias le trajo el impacto de bala.

«El daño que tiene es importante porque la bala que entró hizo un desastre. Se llegó hasta la médula y se la descomprimió, porque la hinchazón imposibilitaba que se repare. Se reparó y se limpió toda esquirla de la zona por los peligros de infección«, detalló.

A la salida del centro de salud ubicado en Villa Crespo, el médico contó que se encontró la médula «dañada en un importante porcentaje, pero sin embargo queda una parte que es la parte anterior que es todavía viable y puede haber unos filetes que se hayan conservado. «Ustedes saben que el nervio no se regenera, es el único tejido que no se regenera y los cablecitos que están adentro no se pueden suturar», deslizó.

Antes de la operación, las piernas de Rocío todavía no respondían a los estímulos. Pero tras abrir la zona del impacto y ver que algunos nervios todavía se conservan, los médicos aseguran que «habrá alguna esperanza de rehabilitación», que comenzaría de inmediato.

«La ciencia va a hacer todo lo posible porque se recupere», señaló Schusterhoff.  Y explicó: «La médula es como un cable de aproximadamente 10 milímetros, como un cable eléctrico, rodeado por la membrana duramadre y en el centro pasan todos los cablecitos que son los nervios que van a darle movilidad y sensibilidad a la vértebra 12 hacia abajo».

 

 

 

 

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