Tras el polémico offside cobrado al conjunto alemán sobre el final, el juez Marciniak reconoció «cometer un error».
La semifinal de la Champions League entre Real Madrid y Bayern Múnich se vio colmado de emoción con la remontada del equipo español aunque terminó con polémica tras una decisión del árbitro Szymon Marciniak que perjudicó a los alemanes.
Es que el “Merengue” en cuestión de minutos pasó de estar afuera de la final del máximo certamen europeo a meterse por un doblete de Joselu a falta de 10′ para el cierre del partido. Aunque los 90′ se vieron finalizados con controversia tras la decisión del juez central, quien basándose en el línea, cobró un offside del Bayern en la jugada donde se concretaba el empate y el partido se dirigía hacia el alargue.
Tras finalizar el encuentro, el primero en expresarse fue el entrenador francés del conjunto alemán, Thomas Tuchel, quien apuntó directamente contra el arbitraje al sostener que en el estadio Santiago Bernabéu “los árbitros tienen su efecto”.
Por la misma línea, el defensor que convirtió el gol anulado, Matthijs De Ligt, confesó que el juez de línea le pidió “perdón”: “Cometí un error”, le dijo.
Más allá de la confesión del jugador, Tuchel mostró su enojo por lo que fueron los últimos instantes, y responsabilizó a toda la terna arbitral.
“Un desastre. Un desastre absoluto. En el segundo gol del Madrid dejaron continuar la jugada. La regla es clara y dice que la jugada debe continuar. El primer error lo cometió el juez de línea, el segundo el árbitro. Fue una clara violación de las reglas”, remató.