El objetivo del ensayo, del cual participará Argentina, es encontrar el método de tratamiento más eficaz para el virus.
El titular de la Organización Mundial de la Salud Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció este miércoles la puesta en marcha de un ensayo clínico mundial para determinar cuál es el tratamiento más eficaz para combatir el coronavirus.
En una conferencia de prensa donde destacó el impacto que el COVID-19 está teniendo en los jóvenes, que por el contrario a lo que se creía, están falleciendo en gran número pese a que el promedio de edad de los fallecidos es de 79,5 años, Tedros explicó: «Este gran estudio internacional está diseñado para generar los datos sólidos que necesitamos, para mostrar qué tratamientos son los más eficaces»
«El primer ensayo de la vacuna ya comenzó, solo 60 días después de que la secuencia genética del coronavirus fuera compartida . Este es un logro increíble. Elogiamos a los investigadores de todo el mundo que se reunieron para evaluar sistemáticamente las terapias experimentales», dijo en otro pasaje de la rueda de prensa, y añadió: «Pero múltiples ensayos pequeños con diferentes métodos pueden no darnos la clara y fuerte evidencia que necesitamos sobre qué tratamientos ayudan a salvar vidas».
En base a lo informado por la OMS, Argentina, España, Canadá, Francia, Bahrein, Noruega , Irán, Suiza, Sudáfrica y Tailandia accedieron a participar del ensayo, y se espera que en las próximas horas se unan más naciones para poder buscar en conjunto soluciones a la pandemia que atemoriza al mundo.
El director del organismo se refirió también a los métodos de distanciamiento social que gran parte de los gobiernos del mundo están utilizando para detener la transmisión del virus, y destacó que los países «deben aislarse, hacer pruebas, tratar a los pacientes y rastrear los contactos». Caso contrario, explicó Tedos «las cadenas de transmisión pueden continuar a un nivel bajo, y luego resurgir una vez que se levanten las medidas de distanciamiento físico».
Según estadísticas oficiales, 214.894 personas han sido contagiadas de COVID-19 en todo el mundo, y 8.732 pacientes fallecieron culpa de la enfermedad originada en Wuhan, China.