Mientras avanzan en los tribunales las causas contra los funcionarios K, el Gobierno se prepara para anunciar un ambicioso paquete de reformas.
La Justicia detectó la existencia -y pidió el embargo y la apertura- de dos cajas de seguridad que tiene el ahora preso Julio De Vido. La decisión fue adoptada porque se presume que en su interior puede haber documentos vinculados a la corrupción kirchnerista.
También se busca dinero negro que el superministro mantenía oculto. Ambas cajas no estarían declaradas y se encontraron a causa de la investigación sobre los negociados con la obra pública.
Uno de los cofres de De Vido se encuentra en el Banco Patagonia y el restante en el Banco Galicia.
El pedido lo hizo el fiscal Gerardo Pollicita y en la Justicia se quiere actuar rápidamente: temen que después de la detención, haya una maniobra para vaciar las cajas. Tanto la orden de embargo como la de apertura de las cajas buscar avanzar hacia la confirmación del “enriquecimiento ilícito” vinculado al cobro de coimas.
También se detectó que José López tiene una caja de seguridad y que Carlos Kirchner posee dos secretas en el sistema financiero. La de López fue ubicada en Banco Patagonia y la de Kirchner (primo) en los bancos de Santa Cruz y Francés.
El hallazgo de semejantes movimientos alteró al lobby de empresarios, sindicalistas, políticos y miembros de tribunales que fueron parte de operaciones turbias tejidas desde el Ministerio de Planificación.
La investigación también genera inquietud en el mercado petrolero: fueron 16 empresas multinacionales las involucradas en las importaciones de gas licuado y en el supuesto pago de coimas a De Vido. El manejo de las compras pasó luego por las manos del dúo Miguel Galuccio-Axel Kicillof.
En el listado que el juez Claudio Bonadio maneja y aún no investigó hay tres multinacionales españolas, tres holandesas, la rusa Gazprom y la muy manchada Petrobras. Aparecen el Banco Morgan Stanley, Repsol y la propia YPF.
Bonadio incluyó en el procesamiento a funcionarios de YPF. Pero excluyó hasta ahora a quienes dieron la orden: el directorio que lideraba Galuccio, integrado por ejecutivos que todavía ocupan cargos de dirección clave en la petrolera semi-estatal.
La cuestión es monitoreada por la Casa Rosada. El escándalo con las importaciones de gas fue advertido en el informe oficial “El Estado del Estado”.
Todo el caso De Vido amplió los márgenes de acción de Mauricio Macri. Pero, según advierten fuentes de la Casa Rosada, el Gobierno no quiere un “Lava Jato” argentino.
Dicen que un proceso de investigación descontrolado podría retraer a los inversores. Es una rara forma de interpretar la transparencia. En reuniones privadas, inversores de Estados Unidos y de España ya advirtieron que no vendrán a la Argentina hasta que la guadaña de la corrupción no toque al eslabón superior: Cristina Kirchner.
En Tribunales se estudia pedir el desafuero de Cristina y Máximo por la causa Hotesur. Declaran el 9 y el 12 de noviembre. Ahora, el Presidente está -todo el tiempo- abocado en el “relanzamiento” de su gobierno.
Macri convocará a armar “una agenda común” del Estado, pero tiene clara una cosa : está totalmente descartado que propicie un acuerdo o pacto de gobernabilidad.
El propio Marcos Peña lo aclaró y precisó en la reunión del martes con los líderes de Cambiemos: “No pensamos hacer ni propiciar ningún pacto. Tampoco vamos a firmar un acuerdo”, advirtió.
Macri desconfió siempre de esas movidas. Después del abrumador triunfo electoral, la Casa Rosada va a concentrar las decisiones en su núcleo íntimo y no está en sus planes abrirse a debates políticos de concertaciones.
El jefe de Gabinete coordinó y armó las propuestas que se conocerán el lunes. Entre íntimos, confesó su verdadero objetivo: que se aprueben rápido las leyes fiscales que el Gobierno necesita.
Se desempolvaron los viejos trabajos de la Fundación Pensar. En la Rosada sostienen que Peña sería el compañero de fórmula, cuando Macri vaya por la reelección. También especulan con que Gustavo Posse acompañe a María Eugenia Vidal.
El programa de reformas es ambicioso, pero tiene una limitación: los cambios estructurales tendrán impacto menor si continúan los desajustes macroeconómicos.
Sobre eso no habrá nada concreto. Enunciados. En el secreto borrador del discurso del Presidente -al que tuvo acceso Clarín-se incluyen alusiones a bajar el déficit y a combatir la inflación.
Pero no habrá medidas directas inmediatas: insistirá con algunas recetas, que hasta ahora no dieron buen resultado. Federico Sturzenegger sorprendió con otro aumento de la tasa de interés. Fortalece la bicicleta y es más dosis de una medicina cuyos efectos están a la vista: el Banco Central incumplió las metas de inflación durante dos años.
El Presidente -a su vez- habló de que continuará el gradualismo fiscal con endeudamiento. Ambos anuncios son una ratificación que seguirá el desajuste macroeconómico que impide acelerar el crecimiento. Altas tasas y deuda propician un dólar barato, que afecta la producción y la inversión.
Macri anunciará este lunes diez reformas económicas. Entre ellas, un ambicioso blanqueo laboral: el Estado se hará cargo -sin límite de años- de parte de los impuestos de cada trabajador que sea regularizado.
También incluye un “revalúo” de activos empresarios, se permitirá el ajuste futuro por inflación y un cambio a la ley de Mercado de Capitales. Desaparece allí el famoso articulo 20, que permitía al Estado intervenir en las firmas privadas. Fue un instrumento que Kicillof y Guillermo Moreno usaron para perseguir compañías.
Uno de los platos fuertes es la reforma tributaria. El paquete incluye una sorpresa: habrá eximición en el pago de Ganancias para las empresas que reinviertan las utilidades. Será un incentivo a las inversiones en la Argentina.
También se confirma el anticipo de Clarín: la creación del controvertido impuesto a la renta financiera. El tributo siempre estuvo incluido en los cambios . Macri lo desmintió -en forma extraoficial- para frenar una feroz interna en el gabinete económico y evitar el “ruido” que generó la difusión de la propuesta en los mercados.
Federico Sturzenegger y Luis Caputo se opusieron siempre al gravamen. Pero a ambos les torcieron el brazo y el Presidente dio ganador en la pelea a la dupla de Mario Quintana-Nicolás Dujovne.
Aun así, la versión final del impuesto será menos “heavy” que en el proyecto original: no se cobrará en forma retroactiva y la tasa no será del 35 %. Resultará del orden del 20 %.
También hubo una interna en el Banco Nación: Javier González Fraga sacó a los banqueros más experimentados que le cuestionaban su manera de manejar el BNA.
González Fraga le llevó el planteo a Macri y el Presidente accedió. Pero decidió, para controlarlo, ubicar a Juan José Gómez Centurión en la vicepresidencia. El militar se dedicará a negociar la paritaria bancaria y eso garantiza una batalla con el sindicato.
Es un anticipo de posibles cambios en el Gabinete. Macri tiene dos propuestas para recortar ministros y ninguna decisión.
El ministro Andrés Ibarra propuso un recorte ambicioso y polémico a la vez: eliminar una línea completa del escalafón jerárquico de la Administración Pública. Sería una alternativa para evitar la sangría de ministros. Y tranquiliza a muchos funcionarios que sienten la guadaña cerca y propician una máxima futbolera: “equipo que gana no se toca”.
Nota publicada en el diario Clarín por Marcelo Bonelli – Copyright Clarín, 2017.