Santilli está lanzado con el respaldo de Larreta. Mientras, Bullrich analiza entre tres opciones y no descartan un acuerdo con Ritondo, alineado con Vidal.
Por Martín Bravo para Clarín.
Si en la provincia de Buenos Aires la tensión ya venía en aumento a medida que se acercan las definiciones, Juntos por el Cambio entró en “ebullición” -en palabras de los referentes en el distrito- a partir de que Mauricio Macri confirmó que no será candidato y este fin de semana se sumó el impacto del conflicto por el desdoblamiento electoral en la Ciudad. Esos anuncios aceleraron las negociaciones, con interrogantes abiertos por las candidaturas a gobernador, mientras los intendentes reclaman que la disputa por la categoría presidencial no impacte en los municipios. Difícil.
Con Diego Santilli lanzado con el respaldo de Horacio Rodríguez Larreta, una de las discusiones pasa por definir si habrá competencia en la categoría a gobernador. Patricia Bullrich dejó entrever que tendrá su postulante, porque de otro modo daría una ventaja a su rival en el principal distrito del país.
Cada vez más recortados dos grupos en Juntos por el Cambio, con la confrontación potenciada por la resolución del modo de votación en la Ciudad, la posibilidad de unificar un candidato quedaría todavía más lejos. Bullrich aún no resolvió quién sería el suyo y se muestra con los intendentes Néstor Grindetti (Lanús) y Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), y con el senador Joaquín de la Torre, hombre fuerte de San Miguel.
Alineado con María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo también se mueve como postulante en el distrito. Se trata de uno de los motivos por los que Bullrich demora la definición: esperaría a que Vidal anuncie si competirá o no en las PASO para presidenta. La titular del PRO y el jefe del bloque de Diputados no descartan un acuerdo para compartir la boleta.
Contactos de Bullrich y Vidal y temor por Milei
En estos días una muestra del escenario abierto aparece en la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Quilmes. En una gigantografía Rodríguez Larreta sonríe con Santilli y Martiniano Molina. A unos metros Ritondo posa con un dirigente local, sin referente nacional. También en la ruta 2 la gráfica del ex ministro de Seguridad bonaerense no remite a Vidal.
Ritondo ya dio señales de estar más cerca de Bullrich que de Rodríguez Larreta, aunque el eventual acuerdo con la titular del PRO también debería incluir a Vidal. La ex gobernadora, además de bajarse, tendría que apoyar a Bullrich y quedar enfrentada a Rodríguez Larreta. Este lunes fue la primera en cruzar al jefe de Gobierno porteño. “Está cada vez más halcón que paloma”, se entusiasman los que promueven el entendimiento con Bullrich.
Santilli se prepara para competir. En la sede de Uspallata advierten sobre el riesgo de una disputa fuerte que genere heridos y dificultades hacia las generales, y también la posibilidad de que un candidato a gobernador de Javier Milei resulte el opositor más votado en las PASO. Aun así por el momento asoma difícil que quede como único postulante, por su alineamiento con Rodríguez Larreta y la necesidad de Bullrich de tener su propio armado en el principal distrito del país.
“Cada uno debería tener su candidato”, dijo Mauricio Macri a Clarín hace 10 días. A diferencia de la Ciudad, el ex presidente no vislumbra en la Provincia una eventual unificación en el PRO. Dos días después de anunciar que no irá por su segundo tiempo, en una reunión con los integrantes de la mesa bonaerense, pidió que en los 22 municipios gobernador por el PRO los intendentes puedan colgar sus listas de todos los postulantes a presidente y a gobernador.
“No hay que dañar lo que ya tenemos construido”, alertó Macri. “Que se acomoden arriba, acá no podemos tener quilombo”, se escucha como reclamo coincidente entre los jefes comunales. Esa posición a su vez la sostienen desde algunos municipios en poder del peronismo, en los que dirigentes más cercanos a Rodríguez Larreta, aunque con la intención de ir también con la boleta de Bullrich, esgrimen que tendrán posibilidades de triunfo: Quilmes, Tigre, Hurlingham, Ituzaingó y Morón, entre otros.
“Si quiero ser intendente necesito los votos de todos”, reconocen en esos distritos, y desestiman la desconfianza por el cuidado de las boletas: “Horacio mandará fiscales a Lanús y a San Miguel, y Patricia a Tres de Febrero o La Plata”. Los jefes comunales, a su vez, buscan evitar la competencia más allá de las perspectivas de imponerse en las internas: “Aunque ganes, te meten tres o cuatro concejales y te complican la gestión”.
Bullrich, sin embargo, se muestra decidida a armar en todos los distritos de la Provincia. “Lo negamos categóricamente, vamos con nuestros candidatos”, rechazó un dirigente involucrado en la estrategia bonaerense y descartó la confluencia con postulantes identificados con Rodríguez Larreta. De cualquier modo tendrán que decantar las negociaciones. Habrá, según estiman, diferentes esquemas. “Va a pesar el caso por caso”, apuestan.
El acuerdo de Bullrich con Manuel Passaglia -jefe comunal de San Nicolás- generó impacto. En ese municipio Rodríguez Larreta tendrá que apuntalar otro candidato. Del otro lado, Sebastián Abella -Campana- se pronunció a favor de la competencia en todas las categorías y se ubicó del lado del jefe de Gobierno porteño.
Serán dos casos con un esquema de I latina, es decir sin compartir listas. En otros los intendentes piden la llamada V o la Y: competencia arriba y oferta única en los municipios. El anuncio de Macri y el movimiento de Rodríguez Larreta aceleraron los tiempos pero quedan demasiados interrogantes, acaso habituales en la etapa previa a los cierres aunque desde los diferentes sectores advierten por el riesgo de una disputa descontrolada y sin garantías de unidad hacia las generales.