El Gobierno pretende fijar una pauta en torno del 15% y los sindicatos exigen la famosa cláusula gatillo.
El anuncio oficial del índice de precios al consumidor nacional (IPC) relevado en diciembre, que se conocerá este jueves y oscilaría entre el 2,5 y el 3 por ciento, dará comienzo a la tensa negociación para las paritarias de 2018.
El INDEC determinará que la inflación de 2017 subiría al 24%, entre doce y siete puntos por encima de las metas que había trazado el Banco Central a principios de ese año. Aunque también, reflejará que una parte de los acuerdos salariales cerraron por debajo de lo que fue el alza de precios.
Ante esta situación, el Gobierno prevé para este año paritarias en torno al 15%. Los gremios, en tanto, toman el antecedente de 2017 para exigir acuerdos con cláusula «gatillo» de revisión por la inflación.
Uno de las polémicas se originó con los trabajadores de entidades deportivas (Utedyc), que pactaron un alza de hasta el 19% en dos tramos y con una revisión en noviembre según la evolución de la inflación. Además, el otro pacto salarial que serviría como parámetro es el de los aeronáuticos. En su rol de empleador, el oficialismo acordó subir 17% los sueldos a los empleados de Intercargo, la firma estatal que se dedica a la atención en tierra de los aviones, y replicó un trato casi idéntico con el personal y los pilotos de Aerolíneas Argentinas. En ambos casos, tanto fuentes oficiales como sindicales admitieron que el aumento de bolsillo supera el 20%, producto de retribuciones no remunerativas, pagos extras por productividad y otros ítems adicionales.
Sin embargo, los acuerdos que servirán como testigos serán el de los bancarios y el de los docentes. En ambos, el desenlace promete ser incierto y conflictivo. Con la inflación registrada hasta hoy, el gremio bancario fue el primero en reactivar su paritaria a través de la cláusula gatillo. El trato anual fue de 19,5%, aunque contemplaba un 4% extra en compensación por el pacto salarial de 2016. «Las compensaciones se están abonando en tiempo y forma», según publica La Nación.
El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, participó hace unas semanas de la reunión paritaria entre las cámaras bancarias y el gremio para avanzar en la discusión salarial de 2018. El ofrecimiento fue de 9% anual, en cuotas. El gremio lo calificó de «inaceptable» y activó paros parciales. Las medidas de fuerza quedaron en suspenso por la intervención del Ministerio de Trabajo, que dictó la conciliación obligatoria cuya caducidad sería el lunes próximo, con la posibilidad de ser extendida por cinco días más. Es decir, hasta la última semana del mes actual difícilmente surjan novedades. Desde sus vacaciones, Sergio Palazzo, jefe gremial de los bancarios, dijo que exigirán otra vez que el acuerdo contemple la cláusula por inflación.
Armando Cavalieri, líder del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), desistió de ejecutar la cláusula para reabrir la paritaria de 2017, que fue de 20 por ciento. Ya advirtió, sin embargo, que buscará compensar «los dos o tres puntos» en la negociación de este año.
Pasado mañana, con el nuevo dato del IPC, podrían estar en condiciones de activar su cláusula gatillo otros gremios como el de la Sanidad y el de la Alimentación, que cerraron paritarias por 23,5% y 24%, respectivamente.
«Seguramente habrá que reivindicar una cláusula gatillo porque, si el Gobierno fracasa en sus pronósticos, lo que no podemos hacer los trabajadores es perder ingresos y poder adquisitivo», dijo Héctor Daer a Radio El Mundo. Daer es el líder gremial de Sanidad e integra el triunvirato de mando de la CGT.
Con la pulseada salarial recién dando sus primeros pasos, hay casos que se salen de la regla, con ofrecimientos de congelar salarios a cambio de que no haya despidos.