Así lo reflejó el presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad Claudio Caputo, luego del informe que reveló la institución con el derrumbe del 55% interanual.
Tras un nuevo informe realizado por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, donde expone la caída en las escrituras de compraventa de inmuebles en Capital durante el primer mes del 2019, el presidente Claudio Caputo hizo un análisis de la crisis.
Según el último relevamiento la cantidad de escrituras se derrumbaron un 55% interanual. Además, las operaciones con hipoteca bajaron 88% en el mismo período. Bajo ese contexto, Caputo reconoció que “la tendencia marca una posición a la parálisis de la actividad”.
En comparación a diciembre de 2018, los actos descendieron 56,5% en cantidad y también bajaron 44,6% en pesos, según la entidad. Sin embargo, el presidente de la entidad señaló que “las comparaciones interanuales no me gustan mucho porque no creo que sirvan para analizar las coyunturas en un país como el nuestro”.
Por otro lado, Caputo hizo referencia a los números que se manejan en las inmuebles en realidad deja afuera del mercado “clase media, la media-media, la construcción de viviendas social” y es afectado por la debilidad financiera, la debilidad del Estado a quien “no se le puede pedir un esfuerzo mayor económico al que está haciendo”.
Explicándolo en otras palabras, subrayó en diálogo con Ventana Abierta por FM Milenium que “mientras no haya crédito, no se puede hablar de mercado inmobiliario”. Pero al mismo tiempo señaló que hay dos opciones: “O esperamos el milagro; o intentamos estrujar las piedras para sacar beneficios de ahí”.
Por último, Caputo indicó que “la gente tiene que entender que cuando compra una propiedad, no compra ladrillos, sino un título de propiedad que le asegura constitucionalmente su derecho inalterable a su techo”.
