Se trataría de un texto político que dejaría contentos a ambos bandos.
Por Marcelo Bonelli para Clarín
Luis Caputo habría acordado una fórmula secreta para evitar hablar de devaluación y modificación en la política del dólar. Así -por lo menos- estaría en los borradores del acuerdo. La información circula en Wall Street y la conocen los banqueros locales de Adeba y los extranjeros de ABA.Voceros lo admiten también en Washington.
Se trataría de un texto político que dejaría contentos a ambos bandos. Porque le cubriría las espaldas a Caputo y –a la vez– satisface las exigencias de los burócratas del FMI que lidera ahora Luis Cubeddu.
Según confirmó Clarín la fórmula evita hablar de modificaciones en la política cambiaria y aún menos de que Caputo debe admitir y hacer una devaluación del peso.
A cambio, Toto otorgó una concesión al FMI. La fórmula secreta pactada conforma a Caputo y a la gente de Gita Gopinath.
Eso tranquiliza al ministro y a su equipo de negociadores. Porque se evita así que explícitamente haya un cuestionamiento del FMI al atraso cambiario.
Pero – y este es el secreto – en cambio en el borrador del “memorando de entendimiento” los “Totoboys” se comprometerían a aumentar las reservas y establecer una senda de crecimiento de los dólares del BCRA. Las reservas están negativas como en diciembre del 2023, al inicio del gobierno de Milei.
En esos “papers” secretos se dirá – para evitar hablar de la paridad – que “Toto” y Cubeddu acuerdan que se establezcan metas trimestrales de aumento de las reservas del BCRA.
También – y se trata de otra clave del acuerdo – que serán Toto y Santiago Bausili quienes dispondrán el valor del dólar para cumplir con esa crucial meta de acumular billetes en el BCRA. Es decir, cuál debe ser el valor del dólar.El FMI –además– va a establecer otra cuestión: que los desembolsos de dinero van a estar atados al cumplimiento de esas metas. En Washington no quieren que –como en el 2018– Caputo use esos dólares para intervenir en el mercado. Michael Kaplan, el encargado del caso argentino en el Tesoro de EE.UU. tiene una posición “cautelosa” hacia Argentina.
La “formula” les da oxígeno a Javier Milei y a Toto: ambos odian hablar de devaluación.
Sucede lo siguiente: tienen un plan electoral que requiere básicamente forzar al billete hasta el máximo para reprimir la inflación hasta octubre.
En Washington tambien festejan la fórmula secreta. Cubeddu – y su jefe Rodrigo Valdés- insisten en privado que hay atraso cambiario y alientan una corrección.
Pero no quieren ser los responsables de un desmadre. Ambos tuvieron reuniones íntimas con economistas locales. Entre ellos los más odiados ahora por Javo son Domingo Cavallo, Miguel Broda y Carlos Melconian.En esos diálogos los emisarios de Washington insistieron en que hay que corregir la política cambiaria.
La “cantinela” incluye un pedido de “sendero para liberar el cepo”, eliminación del “dólar blend” y una propuesta de “banda cambiaria” con una diferencia del 3 % entre piso y techo.
Encima, entre los “lobos” de Wall Street existe una versión: que los propios burócratas del FMI fueron quienes propiciaron la difusión del Bank of American promocionando un dólar de 1.400 pesos.
Ahora con esa “fórmula secreta” se quedarían conformes. Se fijarán metas exigentes y será Caputo el que deba definir qué dólar debe existir para cumplir esa crucial acumulación de dólares en el BCRA. Los burócratas dicen que lo obligará a cambiar la política cambiaria.
Toto -precisamente- aceleró el cierre del acuerdo por una cuestión: es crítica la situación de billetes en el BCRA. Tampoco las últimas señales fueron buenas. Bausili compra dólares, pero bajan las reservas y hace ocho meses que la cuenta corriente del BCRA está en rojo.
Además, “Toto” debe intervenir fuerte para mantener la “pax” cambiaria. En el último trimestre, una friolera de U$S 1.800 millones.
El debate en el Parlamento va a ser fuerte. “Toto” pretende un “cheque en blanco”.
Y tiene un objetivo ambicioso: el absurdo de que el Congreso apruebe la negociación sin conocer el texto del “memo de entendimiento”.
Parece que el ministro “desafía” a los legisladores: tampoco iría a explicar su negociación.Anoche la Casa Rosada anunció que envía el DNU y así Caputo obviará ir al Congreso.
Javo lo apoya y maldice: “Quieren hacer un circo, mirá al payaso de Manes.”
Milei está inquieto. Esta semana arremetió contra los empresarios. Acusa a los caciques de la UIA de querer una devaluación. También embistió contra Paolo Rocca y elucubra – por todos lados – complots e intrigas.
Milei emula a Cristina y sus teorías conspirativas de la vida. Ambos coinciden que sus desventuras no son por errores propios, sino por una confabulación de empresarios, periodistas, oposición y jueces.
Ahora es Milei quien ve debajo de cada baldosa un complot. Las escenas se repiten en Olivos.
Ayer la UIA contragolpeó. La gente de “Isidorito” – así le dicen a Funes de Rioja- difundió una encuesta severa: proyecta una actividad contractiva.
En el “Triángulo de hierro” existe tensión a causa del “Cripto-gate”. Milei no dio aún una respuesta creíble.
La información la conocen poco, pero esa tirantez obedece a peleas entre Karina y el Pibe Caputo. Santiago no tuvo nada que ver con el affaire Libra y culpa de ese escándalo a los hermanos Menem, Lule y Martín, asesores de la hermanísima. En la nómina está Manuel Adorni,
La tensión entre el Pibe y los Menem viene de varios meses. Explotó por el Cripto-gate.
El joven Caputo armó el sábado en el Parlamento una de Peaky Blinders en el melodramático cruce con Facundo Manes. Hasta emuló a Thomas Shelby – el jefe de la banda – mascando chicle y encarando al neurólogo.
Manes sacó a Milei con su Constitución. Conoce que a Javo lo sacan las toses y los ruidos. El Peaky Blanders reaccionó: “Me vas a conocer. Te voy a hacer mierda.”
Es “obvio” que al “Pibe” la exposición pública lo complica: las cámaras de TV lo exponen y parecen su propia kriptonita.
La verdad que el sábado fue un sainete. A la Vice la borraron del acto y encima la cortaron.
Karina habría dicho: “Es lo que se merece por bicho cruel.”
Ayer también la pelea fue fuerte en la Corte. El joven Caputo gritaba: “Esto se llama traición.”
Ocurrió apenas se conoció la votación en el máximo tribunal y al voto de Manuel García Mansilla.
La sobre reacción de el Pibe obedece a una cuestión. En todas las negociaciones por la Corte, Santiago siempre repitió: “Mansilla soy Yo.”
Ricardo Lorenzetti también trinaba. Mansilla contragolpeó y comunicó: “Yo hice lo que correspondía.”
La bronca de la Casa Rosada obedece a una cuestión: ayer dio una señal de debilidad y que no controla la cuestión.
Ariel Lijo entró en un “cono de sombra.” Dejó de atender sus teléfonos y solo transmitió a unos íntimos: “Yo ahora voy a esperar al Senado.”
El Senado es un hervidero y hay versiones de todo tipo. Anoche se insistía en una bomba: una vendetta contra los hombres de Milei en la Corte.
