Hilda Horovitz reconoció que el ex chofer de Roberto Baratta escribía todo por “si el día de mañana se va Cristina y Roberto no me ubica en otro lugar”.
Tras el escándalo que se desató por los manuscritos del ex chofer de Roberto Baratta Oscar Centeno, la causa de corrupción durante la gestión kirchnerista involucró a empresarios y ex funcionarios. A raíz de ellos, varios fueron citados a indagatorias, fueron detenidos o decidieron hablar por cuenta propia.
La ex pareja de Centeno Hilda Horovitz decidió hacer esto último y eligió el programa de Jorge Lanata PPP para ratificar todo lo que contó el ex chofer del funcionario. No sólo explicó la forma en que se debían distribuir los fajos de billetes dentro de los bolsos para optimizar el espacio, sino que además, aseveró que con solo levantarlos ya se sabía cuánto había adentro.
La relación con Centeno no fue del todo buena, es por eso que cuando empezó a empeorar Horovitz dijo que “le dije a Baratta que quería empezar a trabajar y ahí empecé en Yacimientos Carboníferos Río Turbio”. “Era recepcionista de Javier Di Firenze, Juan Vargas, Daniel Fernández y Sánchez Guzmán que eran funcionarios. Trabajé hasta el final del mandato de Cristina Kirchner y luego me fui al ministerio de Minería y Energía aunque me tiraban como pelota porque no se sabía qué iba a pasar”, recordó.
Luego, por intermedio de Baratta conoció a Alejandro Granados, el intendente de Ezeiza quien “me consiguió un departamento, en Madres de Plaza de Mayo II. Cuando me fui allá, Centeno empezó a hacer todo rápido porque veía que se estaba terminando todo. Duré 11 meses en Ezeiza y tuve que decirle a Centeno que me comprara algo pero él no quería. Entonces yo le mandaba mensajes a Baratta diciendo que iba a empezar a hablar hasta que finalmente Centeno me compra un departamento. Eso sí, me hizo firmar ante escribano que él me devolvía 40.000 dólares”.
También, señaló que entre otras cosas, “los fines de semana acompañaba a Centeno al ministerio para buscar los diarios para llevárselos a De Vido a Zárate como así también lo hacíamos para Roberto”.
Por otra parte, respecto a los cuadernos escritos por su ex pareja dijo que cuando conoció a Oscar ya trabajando de remisero, aunque nunca supo cómo llegó al Ministerio de Planificación que conducía Julio De Vido, que con el tiempo “se fue haciendo amigo” de Baratta. Pero con el tiempo, Centeno “llegó enojado” porque le habían dado “migajas”. Y fue ahí cuando decidió comenzar los manuscritos: “Yo esto lo escribo por si el día de mañana se va Cristina y Roberto no me ubica en otro lugar, yo muestro esto”.
Hilda aseguró que su ex pareja nunca le mostró los cuadernos donde “siempre anotaba todo, hasta dónde y cuánto gastaba de nafta”, pero que ella los encontró en un ropero.