El Superior Tribunal de Brasil votó a favor de un recurso presentado por la defensa del ex presidente. Bajó su sentencia a 8 años y diez meses, y en septiembre podría ser beneficiado con régimen domiciliario.
El Superior Tribunal (STJ) modificó la sentencia del ex presidente de Brasil Lula da Silva a 8 años, 10 meses y 20 días de prisión. El beneficio se suma a que podría lograr prisión domiciliaria o pedir un régimen semiabierto desde el mes de septiembre, debido a que ya habría cumplido un sexto de la pena en prisión.
Preso desde el 7 de abril de 2018 por corrupción, fue condenado hace dos meses a otros 12 años y 11 meses de cárcel por un tribunal de primera instancia por la realización de reformas en otra propiedad, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.
Desde que fue encarcelado, Lula permanece en una celda especial de 15 metros cuadrados y adaptada a su condición en un edificio de la Policía Federal en Curitiba, ciudad del sur del país en la que tiene sede el tribunal a cargo de la operación Lava Jato.
El ex mandatario enfrenta además otras causas que esperan sentencia, pero su estadía en prisión se debe al caso del tríplex de Guarujá, dado que la ley brasileña permite que el primer recurso se pueda presentar en libertad.
Por el lado de la defensa, se sostiene que, a pesar de la sentencia en su contra, nunca se logró comprobar ningún delito. Asimismo, hace algunas semanas Lula escribió: “Fui condenado y encarcelado por ‘actos indeterminados’, figura inexistente en la legislación penal brasileña. He presentado suficiente documentación que demuestra mi inocencia. Mis acusadores, por el contrario, no han encontrado una sola prueba”.