El gobernador bonaerense acusó a la oposición de Juntos por el Cambio de «hacer política y campaña electoral con la pandemia y tirarle nafta a la grieta».
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, afirmó que la provincia de Buenos Aires «adhiere a las medidas que dictó el presidente» Alberto Fernández para restringir la circulación y otras actividades para combatir el coronavirus y acusó a la oposición de Juntos por el Cambio de «hacer política y campaña electoral con la pandemia y tirarle nafta a la grieta».
«Estamos inmersos en una ola de coronavirus que sigue creciendo desenfrenadamente y no puede ser que el virus vaya por ascensor y las medidas por la escalera»», dijo el gobernador en una conferencia de prensa en La Plata, donde respaldó las medidas adoptadas por Fernández e hizo hincapié en la suspensión de las clases presenciales.
Resaltó que «Alberto cuenta con nuestro completo respaldo» y detalló que los municipios del área metropolitana (AMBA) ingresan en Fase 2, lo que implica restricción de circulación entre las 20 y las 6 y suspensión de actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados.
Las nuevas medidas anunciadas y los cuestionamientos a la oposición
Además, las actividades comerciales sólo podrán estar abiertas hasta las 19; la gastronomía nocturna sólo por delivery y se suspenden las clases presenciales entre el 19 y el 30 de abril.
Lamentó no poder coordinar acciones con la Ciudad de Buenos Aires porque, dijo, «el virus no reconoce un lado u otro de la General Paz», aunque sostuvo que «no me vengan con el verso del consenso porque parece que el único consenso es hacer lo que ellos quieren».
«Cuando buscábamos ese consenso con los jefes de Gabinete de Nación y de la Ciudad, el Jefe de Gobierno (Horacio Rodríguez Larreta) firmó un comunicado donde Juntos por el Cambio estaba en contra de las restricciones. Están en campaña electoral y buscan hacerle daño al Gobierno» nacional, aseveró.
Kicillof respondió a los cuestionamientos que formuló Rodríguez Larreta al Presidente y consignó que «vimos una oposición furibunda y hoy decidieron entrar en campaña electoral, les pido que la corten».
«A veces pienso sino sería mejor que venga (el expresidente Mauricio) Macri a discutir con nosotros. Pensamos que Larreta era diferente porque tenía responsabilidad de gobernar, pero es lo mismo», destacó. Y recordó que ayer, tras el anuncio de las medidas, la titular de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, «estaba en la Quinta de Olivos insultando al Presidente a viva voz».
Agregó que «no paran de tirarle nafta a la grieta y por eso le pedimos que en medio de una pandemia no se hace politiquería ni campaña porque estamos ante una situación de inmensa gravedad».
«Hoy escuché que las medidas eran faltas de reflexión y de sustento científico. Es mentira, es grave y peligroso usar esto políticamente» dijo en relación a declaraciones de Rodríguez Larreta, y agregó que el Presidente «está asesorado por los más prestigiosos expertos de Argentina».
Citó países de Europa y América, entre ellos Portugal, Italia, Chile y Uruguay, que adoptaron medidas de restricción de la circulación y la suspensión de clases presenciales y se preguntó: «Qué discutimos…¿si cuando llueve abrimos el paraguas o no?».
Leyó además declaraciones del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, que en febrero advirtió que ante una segunda ola «habría que suspender las clases presenciales 10 o 15 días» y dijo que «no me vengan a correr con que no nos interesa la educación».
«Llevamos dos años con paritarias cerradas y empezando desde el primer día de clases con el 50 % de maestros vacunados. No vamos a hacer una guerra con los que fundieron la educación pública», advirtió.
Explicó que la suspensión de las clases presenciales por 15 días en el AMBA no se dispuso solo «por lo que pasa adentro de las escuelas», sino que también «es la circulación, lo que pasa antes y después».
«El 37% de la circulación de las personas está vinculado a la escuela, por eso se trata de bajar la circulación, y por 15 días, porque hay una proporcionalidad entre circulación y contagios», detalló.
El gobernador precisó que «el epicentro de aumento de los casos es la Ciudad de Buenos Aires, que casi duplica a la provincia en relación a los casos con su población».
«No lo festejo porque esto es una mancha de aceite que luego se extiende al primer y segundo cordón del conurbano y luego al interior y por eso lo perentorio de las medidas», apuntó.
Advirtió también que en CABA «estalló el sistema privado de salud» y que la provincia de Buenos Aires está atendiendo pacientes derivados de la Capital Federal.
«Se acabaron las camas del sistema privado, que atiende al 80% de la población de la Ciudad de Buenos Aires; pero cuando el jefe de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, habla de camas, sólo habla del sistema público», expresó.
Ratificó que la provincia continuará con el Plan de Vacunación que ya tiene más de dos millones de personas con una dosis aplicada, y detalló que se vacunó al «94% del personal de salud, 365 mil personas; 74% de los mayores de 70 años, 963 mil personas y 45% de entre 60 y 70 con alguna enfermedad».
Además se hizo lo mismo con 213 mil docentes y auxiliares (un 50%) y con un tercio de las fuerzas de seguridad, explicó.
En ese sentido, Kicillof recordó que la ley habilita a las provincias a comprar vacunas y resaltó que «salimos a hacerlo desde julio de años pasado, sin marketing, y conseguimos por millones y obviamente le proporcionamos los contratos al Gobierno nacional para que los concrete».