Lo acusan de tentativa de extorsión. Cuando el conductor se negó a pagarle $ 200, le dijo que le iba a romper “todo el auto”. Si lo condenan podría pasar hasta diez años en la cárcel.
La escena se repite, mecánicamente, cada sábado a la noche en los polos gastronómicos, o los domingos en los alrededores de las canchas de fútbol. Alguien estaciona su auto, y segundos después aparece el cuidacoches.
Muy pocas veces se trata de un mangazo a voluntad, acaso tolerable. Existen tarifas, que se ajustan por la voluntad de quien mande en esa cuadra, sin audiencia pública que valga. Muchas veces hay discusiones y una tensión absurda. La enorme mayoría de las veces el más fuerte gana.
Pero por primera vez sucede lo que debería pasar siempre. La Justicia confirmó que enviará a juicio oral a un trapito por haber amenazado con romperle el auto a un vecino que se negó a pagarle.