Interna en Juntos por el Cambio: Vicentin aglutinó, pero un sector advierte por el “error” de caer en la grieta

Todos rechazan la expropiación. Las diferencias por el 2021 y la preocupación judicial de Macri.


Por Martín Bravo para Clarín.

La expropiación de Vicentin anunciada por Alberto Fernández abroqueló los distintos sectores de Juntos por el Cambio. Los referentes lo ponderaron como otra prueba superada en términos de conservar la unidad, un objetivo que declamaron en estos meses, en el momento en que el Gobierno buscaba elevar la confrontación con Mauricio Macri y las revelaciones del espionaje ilegal que incluyó a dirigentes del PRO sumaba resquemores entre los socios. Pero a la vez generó un dilema en la coalición opositora, en especial para los que pulseaban para llevar al espacio a un posición moderada: cómo rechazar la iniciativa del Frente de Todos de manera firme sin irse al extremo, para intentar avanzar sobre el centro y ocupar una mayor parte del espectro ideológico. No volver a la grieta.

Desde Macri -en conjunto con Elisa Carrió- y duros como Patricia Bullrich y Miguel Pichetto a Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y otros ex funcionarios en contra de la polarización como Rogelio Frigerio en el PRO; desde gobernadores como Gerardo Morales a autoridades partidarias y legislativas como Alfredo Cornejo, Martín Lousteau, Mario Negri y Luis Naidenoff en el radicalismo; e integrantes de la Coalición Cívica coincidieron acaso como con ningún otro tema en el rechazo a la intervención y expropiación de la cerealera.

La reacción tapó cualquier diferenciación sobre los seguimientos a dirigentes y las presuntas irregularidades con los préstamos a Vicentin durante la gestión de Macri. “Que la Justicia investigue todo lo que tenga que investigar”, se repitió como latiguillo para desestimar las dos cuestiones, aun cuando el espionaje generó pases de factura y un sector de la coalición trabajaba para superar el liderazgo del fundador del PRO. Juntos por el Cambio apuntará a frenar la expropiación en Diputados, por la paridad de fuerzas en esa Cámara a diferencia de la holgada mayoría oficialista en el Senado, con una estrategia dura que incluirá incluso poner en duda el acuerdo para sesionar con el formato mixto.

En ese contexto se renovó el debate sobre el posicionamiento del espacio. “Si el Gobierno se kirchneriza el voto del medio va a quedar vacante. Nosotros tenemos que ganar en 2021 para dejar una base para 2023, y eso no se puede hacer polarizándonos. Sería un gran error. El que define es el espacio del medio”, coincidieron referentes del PRO y la UCR que pujan por una “renovación” de los liderazgos. “Para ponerle un freno al kirchnerismo hay que mostrar que le podés ganar, y eso no es extremando”, fundamentaron.

La reaparición de Macri con Carrió funcionó como un paso adelante del ex presidente y la postura dura, aun cuando la fundadora de la Coalición Cívica le transmitió la necesidad de ir hacia el centro para ampliar. “Mauricio tironea para el extremo y el Gobierno lo busca a él porque es un rival más fácil. Nosotros queremos construir algo superador”, agregó uno de los radicales con vínculo con Macri. Tanto en ese partido como algunos en el PRO lo notaron con “preocupación” por la situación judicial.

Referentes del ala más confrontativa cuestionaron los planteos. “Con esa excusa desaparecemos políticamente. Si ellos se radicalizan, el centro está en ir contra la expropiación. La oposición dura te deja defendiendo los valores de los sectores medios”, replicaron con conceptos similares dos con trato frecuente con Macri.

Dentro del PRO las revelaciones del espionaje -a Rodríguez Larreta, Vidal, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Emilio Monzó, entre otros- sumó tensión, aun cuando públicamente buscaron no hacer ruido. “Hay que seguir viendo la causa. Por acción o por omisión, la AFI en nuestro gobierno nos caminó a nosotros. Porque lo ordenaron o porque no lo supieron controlar”, dijo en privado una de las víctimas.

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