El presunto líder de la banda de los «copitos» se largó a llorar y quiso despegarse de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
El cuarto detenido por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, Nicolás Carrizo, negó ante la jueza María Eugenia Capuchetti haber planificado el ataque en Recoleta.
En más de tres horas frente a la magistrada en los juzgados de Comodoro Py, el presunto líder de los “copitos” se largó a llorar mientras prestaba declaración y quiso despegarse de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
El arresto de Carrizo se produjo hace dos días cuando se acercó a Tribunales para retirar el celular que había entregado voluntariamente con el objetivo de ser peritado.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) halló mensajes del imputado posteriores al delito con una persona a quien le que expresaba su malestar por el fracaso del atentado sobre la vicepresidenta.
Al respecto, Carrizo sostuvo que se trató de una “broma” que le hizo a un familiar “de ideas kirchneristas”.
Ante este panorama, Capuchetti deberá decidir si lo procesa o no y tendrá que responder al pedido de excarcelación que hizo su defensa.